La reina Isabel II, de 95 años, aceptó a duras penas este miércoles el consejo de sus médicos, que le aconsejaron “guardar reposo” durante algunos días, obligándola a cancelar un viaje a Irlanda del Norte.
Pese a su edad, a la muerte de su marido Felipe en abril pasado y la pandemia de covid-19, la monarca británica ha continuado asistiendo incansablemente durante los últimos meses a actos públicos, mientras aguarda el festejo de sus 70 años en el torno.
El pedido de los médicos llamó la atención, ya que no ha trascendido que haya tenido ningún problema de salud grave durante los últimos años.
La Reina Isabel no quería quedarse en casa
“La reina ha aceptado a regañadientes el consejo médico de guardar reposo durante los próximos días”, informaron desde el palacio de Buckingham mediante un comunicado.
“Su majestad tiene buen ánimo y está decepcionada por no poder visitar Irlanda del Norte, donde tenía previstos una serie de compromisos hoy y mañana”, añadieron, y subrayaron que “espera poder visitar en el futuro” la región.
Según la agencia de noticias británica PA, Isabel II se encuentra en el castillo de Windsor, unos 40 km al oeste de Londres, donde había pasado los sucesivos confinamientos, y el consejo de sus médicos no está relacionado con el coronavirus, ya desde hace tiempo está vacunada contra el covid-19.
Su participación en la COP26, la gran conferencia de la ONU sobre el cambio climático que inicia a principios de noviembre en Glasgow, no está actualmente en cuestión, según dio a conocer la agencia de noticias.
Obligada a abstenerse de manifestar cualquier tipo de opinión política en público, Isabel II aseguró a mediados de octubre que le irritaban los líderes mundiales que “hablan” del cambio climático pero “no actúan”, en una charla privada sobre la COP26 alcanzada por el micrófono de una cámara al margen de un acto oficial.
El uso del bastón
Si bien ya no viaja al extranjero, donde habitualmente es reemplazada por su hijo y heredero de la corona, el príncipe Carlos, de 72 años, Isabel II sí se hizo presente en la cumbre del G7 realizada en junio en el suroeste de Inglaterra.
Recibió en Windsor al presidente estadounidense Joe Biden, entregó premios y aceptó credenciales de varios nuevos embajadores en el Reino Unido, a veces por videoconferencia.
Días atrás se vio a la monarca caminando en público con un bastón, siendo esta la primera vez que ocurre desde 2004.
