La lava del volcán de la isla española de La Palma llegó finalmente al mar nueve días después de su erupción y al entrar en contacto con el agua salada creó una nube tóxica que encendió la alarma en el archipiélago de las Canarias. Además se generó un “delta de lava que poco a poco gana terreno al mar”
Antes de llegar al mar, la lengua de lava atravesó una zona de plataneras y quemó plásticos de invernaderos y fertilizantes, creando una nube tóxica que se diluyó poco después.
Un “delta de lava” en el mar
La colada de lava llegó al mar en una zona de acantilados en la costa de Tazacorte y cayó de forma lenta, formando una “impresionante” pirámide de más de 50 metros de altura, que horas después se convirtió en un “delta de lava” que se adentra decenas de metros en el océano, según indicó el Instituto Español de Oceanografía.
En diálogo con medios locales, David Calvo, vocero de Instituto Volcanológico de Canarias, dijo que la llegada de la lava al mar era una “buena noticia” porque puede evitar “nuevas represas de lava” en tierra y así limitar la destrucción.
Desde el buque oceánico Margalef, el oceanógrafo Eugenio Fraile compartió nuevas imágenes del delta de lava.
El volcán “ha entrado en una fase de equilibrio, lo cual quiere decir que durante estos días probablemente sigamos observando ese tipo de actividad”, de gran producción de lava, indicó Calvo.
La llegada de la lava al mar, de noche
La Televisión Canaria mostró el martes por la noche imágenes de piedras candentes que caen al mar. La oscuridad de la noche no permitió ver las columnas de vapor de agua que se debieron formar por el choque térmico de la lava con el mar. Estas columnas llevan gases que pueden resultar tóxicas para los ojos, los pulmones y la piel, reportó EFE.
La lava cayó al mar desde una altura de unos cien metros por un acantilado situado en las cercanías de la playa El Guirre, en Tazacorte.
La nube tóxica no supone daño o peligro para las personas porque se ha mantenido dentro de la zona de exclusión. Poco antes se obligó a evacuar a las personas que estaban en las inmediaciones con autorización para retirar enseres y productos perecederos.
El Plan de Emergencia del archipiélago español de las Canarias advirtió que este episodio podría repetirse, dependiendo del material que vaya quemando la lava.
Qué puede pasar con el volcán
Según el Instituto Volcanológico de Canarias, la emisión de lava es mucho mayor que la lanzada a lo largo de la pasada semana y, sobre todo, mucho más fluida. Se trata, de acuerdo al organismo, de una erupción de tipo hawaiano o efusivo.
La erupción se reactivó el lunes tras permanecer prácticamente inactivo durante unas diez horas. La lava siguió las coladas anteriores -casi detenidas- con un frente significativamente ensanchado y atravesó el centro de la población de Todoque. Allí, se encontró en su camino el obstáculo de una montaña y empezó a rebasar por un lateral.
Los expertos no descartan que se puedan volver a producir explosiones bruscas en el volcán, que aumentó este martes la emisión de cenizas cuya nube alcanza ya los 7000 metros de altura.
Los especialistas pidieron además tener en cuenta la tasa de emisión de dióxido de azufre, que registró el lunes “un decrecimiento marcado”, en torno a las 567 toneladas diarias, y la sismicidad, localizada a una profundidad de unos 10 kilómetros, además de algunos temblores superficiales en las proximidades del cono.
Losa daños causados por el volcán
Los daños causados por el volcán van en aumento: hasta este martes, la lava arrasó 258 hectáreas y afectó a 686 edificaciones, de las cuales 589 están destruidas, según el último recuento del sistema europeo de observación terrestre Copernicus. En tanto, el número de personas evacuadas de sus casas se sitúa en unas 6000.
“En toda esa extensión no queda nada más que lava, el paisaje será otro, la devastación es tremenda (...) La isla de la Palma en esa zona es otra isla”, se lamentó el presidente regional canario, Ángel Víctor Torres, quien detalló que las coladas llegaron a tener un ancho de “600 metros”.
La Palma produce un tercio de todos las bananas de Canarias y “la cosecha actual está perdida por completo”, señaló Torres.
Ante esta situación, el Gobierno español declaró La Palma zona catastrófica y aprobó ayudas por valor de 10,5 millones de euros, unos 12,2 millones de dólares. Los expertos calculan que la actividad puede durar varias semanas, incluso algunos meses.
