Un pescador descubrió una langosta azul extremadamente rara en la costa de Cornualles, en Inglaterra, a la que fotografió antes de devolverla al mar. “Una entre dos millones”, afirmó el hombre en referencia al extraño hallazgo.
Se trata de Tom Lambourn, de 25 años, originario de Newlyn, quien estaba pescando frente a la ciudad costera de Penzance cuando capturó el colorido crustáceo de un metro de largo en su langostera.
El pescador fotografió a la rara criatura, y advirtió que era “demasiado pequeña” para llevársela, por eso optó por devolverla a las aguas a las que pertenecía. Además, aseguró que hasta el momento “nunca antes había visto una de ese color”.
“Esta fue sólo mi segunda temporada de pesca, así que creo que tuve mucha suerte. La medí y no tenía el tamaño adecuado, así que nunca pensé en quedármela”, expresó al diario británico Daily Mail.
“Si hubiera sido más grande, lo habría llevado. Envié las fotos a la empresa donde trabajo y me dijeron que era una entre dos millones, así que es muy especial”, manifestó.
Desde el National Lobster Hatchery de Padstow (Cornualles) expresaron la extrañeza del hallazgo del pescador: “Es un color bastante raro de encontrar, una posibilidad entre dos millones, así que nos quedamos sorprendidos cuando Tom nos envió la foto”.
Por su parte, Ben Marshall, supervisor del criadero nacional de langostas, coincidió en la rareza de dar con esa especie, y opinó: “Es muy, muy raro y muy interesante ver una langosta azul”.
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Las langostas azules
Las langostas azules tienen una pigmentación diferente en sus caparazones, lo que significa que les resulta mucho más difícil camuflarse, por lo que son presa fácil, “lo que reduce su número”.
En 2005, el profesor Ronald Christensen, de la Universidad de Connecticut, descubrió que las langostas azules adquirían su color como resultado de un defecto genético. El defecto hace que las langostas produzcan niveles excesivos de una proteína que se combina con una molécula carotenoide roja conocida como astaxantina.
Esto forma un complejo azul conocido como crustacianina y es lo que da a las langostas su inusual color. El doctor Christensen declaró entonces: “Sospecho que nacen más langostas azules de las que creemos, pero no sobreviven porque se convierten en el principal objetivo de los depredadores”.
En 2016, el pescador Keith Setter capturó una langosta azul en la bahía de Ladram, frente a la costa de Devon, antes de devolverla al mar. Y en 2011 dos pescadores de Dorset, también en Inglaterra, lograron capturar una langosta albina, o “de cristal”, cerca de Portland Bill antes de entregar las raras criaturas a un centro de investigación especializado.
