Para muchos italianos, es el escándalo del año y uno de los mayores de la pandemia. Cerca de 10 mil jóvenes desembarcaron desde toda Europa hace 5 días a orillas del lago Mezzano, en la región del Lacio (centro de Italia), para armar una fiesta de música electrónica clandestina a la que bautizaron el Teknival Space Travel. Según algunos medios locales, los participantes comenzaron a irse después de una negociación con las autoridades y tras la muerte de al menos un participante.
Según las fuerzas del orden que vigilaron la salida de los participantes e identificaron a algunos de ellos, actualmente quedan en el área cerca de 250 personas, después de que durante la noche los organizadores decidieron acabar con la fiesta que comenzó el 13 de agosto y llegó a congregar a cerca 10.000 personas.
Todo comenzó en la noche del 13 al 14 de agosto, cuando varios caravanas de autos y casas rodantes coparon un campo privado para organizar una “rave” que esperaban continuar hasta el 23 de agosto, a pesar de las altas temperaturas y la ausencia de servicios higiénicos en la zona.
La fiesta clandestina había sido duramente criticada por el alcalde de Valentano, Stefano Bigiotti, por “comprometer la seguridad de toda la comunidad local, no sólo por los altísimos riesgos asociados a la emergencia epidemiológica”, sino también por los posibles daños ambientales.
El alcalde expresó su deseo de que “los culpables de esta perversa y vergonzosa iniciativa puedan ser identificados y llevados ante la justicia sin demora”.
Al menos un muerto y denuncias de abusos sexuales
La polémica se intensificó a raíz de la muerte de un joven italobritánico de 25 años, Gianluca Santiago, cuyo cuerpo fue encontrado por buzos en el lago, donde sus amigos afirmaron que se había adentrado durante la noche, según fuentes policiales.
A pesar de su muerte, la fiesta no se detuvo y hasta cinco de sus participantes fueron hospitalizados por comas etílicos y consumo de drogas.
Además, según informó el diario La Repubblica hubo hasta tres denuncias por violaciones y se vieron perros que murieron por calor e inanición. También se habla de una mujer que habría dado a luz el 15 de agosto y se rumorea que otra persona murió.
Además, uno de los participantes hospitalizados dio positivo por coronavirus, añadió el diario que habla de “un brote seguro” tras la fiesta.
Para el consejero de Salud de Lazio, Alessio D’Amato , la situación estuvo “fuera de control y no era posible negociar”. “Es necesario restablecer el orden público correcto, identificar a las personas e identificar las responsabilidades de tal reunión”, afirmó.
Políticos como el líder de la Liga, Matteo Salvini, criticaron a la ministra del Interior, Luciana Lamorgese, por no haber actuado ante esta situación “totalmente fuera de control”.
El delegado del Gobierno en Viterbo, Giancarlo Sant’Elia, afirmó que “el desalojo era imposible, ya que los miles de participantes estaban repartidos en una superficie de 30 hectáreas”.
Las autopridades finalmente llevaron a cabo una negociación con los fiesteros y en las redes circuló un volante que anunciaba “Game over”.
Ahora, el ayuntamiento tendrá que enfrentarse a la limpieza del terreno y evaluar los daños. “La Guardia Forestal nos ha dicho que habría grandes cantidades de basura. Pero, ¿cómo se encarga un municipio de 3000 habitantes de la basura que dejan 15.000? No tenemos los recursos”, lamentó el alcalde.
Según La Repubblica, los participantes podrán ser investigados por invasión y daño de tierras, además de ser responsables por la violación de la normativa anti-Covid.