Un hombre fue apuñalado y un reportero fue agredido físicamente el sábado durante una protesta contra la obligatoriedad de aplicación de las vacunas contra el coronavirus en Estados Unidos. Los enfrentamientos se dieron en el Ayuntamiento de Los Ángeles entre manifestantes y defensores de la inoculación.
En horas de la tarde, un grupo conformado por cientos de personas que portaban banderas de Estados Unidos, artículos alusivos al expresidente Donald Trump y carteles donde pedían por la “libertad contra la tiranía médica’', llegaron al Ayuntamiento de Los Ángeles para protestar.
En el mismo lugar se dio cita otro grupo, con menor cantidad de manifestantes, que se expresaban en contra de la postura antivacunas y a favor de la inoculación contra el COVID-19. En un momento comenzaron a agredirse y la situación se salió de control.
El Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD por sus siglas en inglés) confirmó mediante su cuenta de Twitter que por la pelea una persona fue apuñalada y socorrida en un primer momento por el Departamento de Bomberos local. Asimismo precisaron que no realizaron ningún arresto aún y se encuentran investigando qué pasó.
El herido fue trasladado a un hospital cercano desde donde informaron que se encuentra en grave estado. Los defensores de la vacunación utilizaron gas pimienta contra los manifestantes, que les respondieron con amenazas de muerte, según consignaron algunos testigos de la pelea.
Además del manifestante apuñalado, un reportero de la cadena de radio KPCC que cubría los ataques resultó herido. El trabajador, identificado como Frank Stolze, fue insultado y golpeado por los antivacunas.
El periodista le dijo a la Policía que comenzó a recibir agresiones cuando intentaba conseguir una entrevista en la marcha.
La postura de la OMS ante la obligatoriedad de las vacunas
La Organización Mundial de la Salud (OMS) aseguró que no adhiere a la obligatoriedad de la vacunación contra el coronavirus en ningún país, aunque aclaró que sí defiende la importancia que tiene la inmunización.
Debido al rebrote de contagios por la variante Delta y la ralentización de la inoculación, varios países optaron por este tipo de medida para algunos sectores de la población, principalmente al personal de salud o empleados estatales. Este fue el caso de Italia, Francia, Reino Unido y también Estados Unidos, donde ocurrió la protesta.
El organismo internacional explicó que los inmunizantes son solo “una de las varias herramientas que tenemos en nuestras manos”, ya que expertos reiteraron que con las vacunas no basta en la lucha contra el coronavirus, y por eso piden que se combinen con medidas para frenar los contagios.
Italia fue el primer país que obligó a sus trabajadores sanitarios a inmunizarse, así como también a los profesores. En Francia los médicos también deben aplicarse la inyección, mientras que en Reino Unido y Grecia se estableció que los empleados de los geriátricos deben inocularse si quieren seguir trabajando.
En el caso de Estados Unidos se sumó a esta medida a finales de julio, obligando a los trabajadores federales a vacunarse, mientras que varias empresas del país como el banco Morgan Stanley y la cadena de almacenes de lujo Saks Fifth Avenue tomaron la misma decisión para sus empleados.
La cadena de noticias CNN de hecho, despidió a tres empleados por violar la política de coronavirus interna al haber ido a la oficina sin vacunarse.
En California asimismo, el gobierno local decidió obligar a todos los profesores de escuelas públicas y privadas a vacunarse contra el coronavirus. Aquellos que no lo hagan, deberán realizarse exámenes semanales. La medida la tomaron ante la suba de contagios.
“Para transmitirles confianza a los padres de que sus hijos estarán a salvo en las escuelas con clases presenciales estamos pidiendo a todo el personal académico que se vacune”, explicó el gobernador de California, Gavin Newsom.