Las protestas en Cuba generaron posiciones contrapuestas en muchos países. Jair Bolsonaro repudió la dictadura y la represión en Cuba, pero carece de autoridad moral para esos repudios por la cantidad de veces que elogió públicamente el golpe del general Castelo Branco contra Joao Goulart, llegando al extremo deleznable de reivindicar al coronel Brilhante Ustra, jefe de torturadores en aquella dictadura.
A su vez, las izquierdas y los populismos que defienden la represión contra las protestas en Cuba, al hacerlo pierden la autoridad moral para repudiar represiones y autoritarismos en regímenes de derecha.
En España, el partido izquierdista Unidas Podemos perdió la legitimidad que tenían sus denuncias a los crímenes de la dictadura franquista en el siglo XX, al encubrir en lugar de denunciar los crímenes represivos en Venezuela y Cuba.
En el otro polo ideológico, el ultraderechista VOX denunció la represión y el autoritarismo en Cuba, pero sin autoridad moral por ser un partido que nació defendiendo la dictadura falangista que impuso a sangre y fuego el general Franco. Por izquierda y por derecha se ve el fenómeno de hipocresía política que Ortega y Gasset llamó “hemiplejia moral” en el prólogo de una edición de La Rebelión de las Masas.
Quien denuncia violaciones de Derechos Humanos y autoritarismo en la vereda ideológica opuesta, pero los encubre en la vereda ideológica propia, no está defendiendo los DD.HH. sino la ideología a la que adhiere.
- Otra pregunta sobre el régimen cubano es ¿democracia o dictadura?
- Pongamos el interrogante en otros términos: ¿hay Estado de Derecho en Cuba?
Para que haya Estado de Derecho debe haber división de poderes y los tres, Ejecutivo, Legislativo y Judicial, deben ser independientes. El nivel de independencia entre ellos es un indicador de calidad democrática.
Todos los Estados de Derechos que han existido y existen tienen pluralismo político y elecciones libres con diversidad de partidos.
El cubano es diferente, porque se trata de un régimen de partido único, en el que en las votaciones no se elige entre diferentes opciones sino que se opta entre candidatos propuestos por el partido único.
La nomenclatura imperante no debiera tener problema en definirse como dictadura, porque así define ese tipo de sistema el dogma ideológico que lo sustenta. Para el marxismo-leninismo, el Partido Comunista se justifica como partido único por representar la “vanguardia esclarecida” que ejerce la “dictadura del proletariado”.
Antes que todos los demás, fueron Marx y posteriormente Lenin quienes calificaron de dictadura ese sistema político. La doctrina marxista-leninista proclama la “dictadura del proletariado”.
- La otra pregunta que divide aguas refiere a la causa de las carencias cubanas: ¿es el bloqueo norteamericano o el sistema económico del régimen?
Lula da Silva dijo que, si no existiera el bloqueo, “Cuba sería Holanda”. En mi opinión, Lula fue un muy buen presidente de Brasil, pero su observación tiene una porción de razón y también un grave error. El embargo (o bloqueo) genera complicaciones que obstruyen el crecimiento económico, pero la otra gran obstrucción es el modelo económico vigente.
Existen diferencias, pero Taiwán también es una isla con un gigantesco enemigo al frente, la República Popular China, que ha creado todas las obstrucciones posibles, incluido impedirle el reconocimiento internacional como Estado independiente. Sin embargo, en esas condiciones Taiwán se convirtió en una potencia económica.
En lo que tiene razón Lula es que el embargo norteamericano perjudica el crecimiento de la economía privada, que asomó con las tenues aperturas que impulsó Raúl Castro. Los emprendedores crearon mini-empresas convirtiendo sus casas en pequeños hoteles o restaurantes, entre otras cosas. Crecieron y se multiplicaron con la flexibilización que hizo Obama a partir de los agujeros del tramado de leyes que implican las sanciones vigentes. Pero retrocedieron abruptamente hacia la bancarrota a partir del riguroso endurecimiento que aplicó Trump, a lo que se sumó la reducción del turismo por la pandemia.
En ninguna circunstancia Cuba podría ser Holanda, como dice Lula, mientras siga imperando el régimen castrista, porque Holanda es un Estado de Derecho con sistema político pluripartidista y libertades públicas e individuales.
En el mejor de los casos, si el régimen profundizara radicalmente la apertura económica y no hubiera embargo norteamericano, Cuba podría tener un capitalismo autoritario vigoroso como el de Vietnam. Sólo los capitalismos autoritarios chino y vietnamita están en el horizonte cubano, mientras impere, como en esos países asiáticos, un régimen de partido único sin Estado de Derecho.
Si no hubiera bloqueo, pero también si el castrismo implementara una apertura como la que aplicó Vietnam con las reformas llamadas Doi Moi, incorporando el capitalismo como lo hizo China desde el liderazgo de Deng Xiaoping, posiblemente Cuba también tendría un capitalismo autoritario vigoroso, como el de los dos ejemplos asiáticos.
* Claudio Fantini es periodista y politólogo. Profesor y mentor de la carrera de Ciencias Políticas de la Universidad Siglo 21.