Seis días después de que un terremoto de magnitud 6,4 azotara el centro de Croacia el 29 de diciembre de 2020, Nikola Borojević vio su jardín destruido. En lugar de despertarse para maravillarse con sus plántulas de papa, el residente de Mečenčani se encontró con un socavón de 30 metros de ancho con una caída de 14 metros de profundidad. Tal como este se encontraron otros 100 en unos pocos meses.
“Mi esposa estuvo en la casa toda la mañana, mirando ocasionalmente por la ventana”, dijo Borojević a la BBC . “Alrededor de las 2 de la tarde notó algo extraño en el jardín. Salimos y había un enorme agujero en nuestro huerto“.
Los geólogos han entendido desde hace mucho tiempo que los hundimientos son provocados por deslizamientos de tierra o terremotos, pero la gran cantidad que aparece en Mečenčani y su aldea adyacente de Borojovići los dejó asombrados.
Muchos de los colapsos iniciales afortunadamente arrasaron terrenos rurales vacíos, según IFL Science, pero los sumideros siguieron llegando. Con 54 de ellos esparcidos por la región a fines de enero, esto se convirtió rápidamente en una amenaza para las vidas y propiedades de miles de personas, y los funcionarios consideraron seriamente la evacuación de ambas aldeas.
Cuando el terremoto sacudió la ciudad de Petrinja pocos días antes de las celebraciones de Año Nuevo, fue el más fuerte que Croacia había experimentado en casi medio siglo. El desastre natural que mató e hirió a decenas de personas también destruyó miles de casas, mientras que sus temblores se sintieron tanto en Bosnia como en Serbia.
Si bien la peor devastación puede haber pasado, los croatas ahora impactados por la aparición inesperada de sumideros están todo menos aliviados. Muchos residentes han visto estas depresiones superficiales surgir a solo unos metros de sus casas, mientras que varios han visto caer el suelo debajo de sus hogares.
“Nos sentimos muy incómodos”, dijo Stojan Kresojevic, residente de Mečenčani. “Los sumideros nos rodean, la incertidumbre nos está matando. No sabemos si nos veremos obligados a irnos. Estos agujeros son peligrosos ya que se abren repentinamente y sale agua a chorros“.
Con 100 sumideros repartidos en 3.8 millas cuadradas y nuevos que se abren cada semana, las cosas se están volviendo casi insostenibles. Uno casi se traga a un granjero local junto con el tractor que manejaba, por ejemplo. Afortunadamente, los expertos de todo el mundo están ahora en el terreno buscando soluciones.
Muchos de los socavones aparecían a pocos metros de las casas de las personas.
Si bien abundan las preguntas, ciertas cosas están bastante bien establecidas. Lo que sí sabemos es que Croacia es un área muy sísmica, con la placa del Adriático y la placa euroasiática chocando entre sí causando poderosos cambios tectónicos. Como resultado, hubieron nueve terremotos con magnitudes superiores a 6 desde principios del siglo XX.
Además, hay miles de cuevas de piedra caliza a lo largo de la costa de Croacia que comprenden lo que se llama el “karst Dinárico”. Docenas de ellos llegan tierra adentro, con tres más de 3,261 pies de profundidad. Son muy precarios, drenados por agua ácida y erosionan lentamente la piedra caliza, con terremotos capaces de hacer que sus techos colapsen.
“Incluso sin terremotos, el suelo sobre tales cavidades colapsaría y se formarían depresiones, como ha sucedido ocasionalmente en el pasado, pero los terremotos han acelerado e intensificado estos procesos”, según el Instituto Geológico de Croacia (CGI).
“Si bien el karst dinárico es principalmente del período Cretácico y Jurásico, el karst que encontramos aquí es más joven e incluso más poroso y hueco”, dijo el hidrogeólogo de CGI Josip Terzić. “Se limita a unas pocas zonas pequeñas por aquí y cerca de la ciudad de Zagreb”.
Ambos pueblos en cuestión se han situado en lo alto de estas tierras bajas, con enormes cantidades de arena, grava y limo sobre las porosas rocas calizas. En última instancia, ciertamente parece que el terremoto fue la causa principal de este enorme problema, ya sea por temblores que simplemente colapsaron las cuevas o desviaron las aguas.
“Es obvio que los terremotos aceleraron algunos procesos que ya estaban en curso”, dijo Terzić. “Los terremotos causaron un estrés dinámico masivo en estas tierras y lugares que ya estaban en el límite de equilibrio colapsaron repentinamente”.
