Este viernes atacaron a tiros el helicóptero en el que viajaba el presidente de Colombia Iván Duque y varios de sus funcionarios. Según informó este sábado director de la Policía colombiana, el atentado se habría cometido con armas del Ejército venezolano.
Duque viajaba con sus ministros de Interior, Daniel Palacios, y de Defensa, Diego Molano, así como el gobernador de Norte de Santander, Silvano Serrano, y el alcalde de Cúcuta, Jairo Yáñez, cuando el helicóptero en el que se trasladaban recibió seis disparos. Minutos después se conocieron las primeras imágenes del impactante ataque que aún no tiene autoría.
La Policía realizó esta madrugada varios registros a viviendas en el barrio desde donde supuestamente se realizaron los disparos al helicóptero, un Sikorsky UH-60 Black Hawk de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC), que consiguió aterrizar en el aeropuerto internacional Camilo Daza, de Cúcuta, capital de Norte de Santander y fronteriza con Venezuela.
El director de la Policía Nacional, general Jorge Luis Vargas, dijo que en el barrio La Conquista, que se encuentra a 1,2 kilómetros del aeropuerto, encontraron dos fusiles que se sospecha pueden haber sido usados en el atentado.
”Son un AK-47 con número de registro que ya está siendo buscado por los peritos de la Policía Nacional y de la Fiscalía, y un fusil calibre 7-62 tipo FAL con marcas de las Fuerzas Armadas de Venezuela”, señaló.
El Gobierno colombiano no ha dado por el momento más detalles de quién puede estar detrás del ataque, aunque ha ofrecido una recompensa de hasta 3.000 millones de pesos (casi 800.000 dólares) para quien suministre “información que permita dar con los responsables de este atentado terrorista”.
Sin embargo, empiezan a surgir dudas sobre fallas en la seguridad nacional y grietas en la inteligencia, que permitieron que se cometiera un ataque contra el propio jefe de Estado.
El atentado fue perpetrado solo diez días después de que un coche bomba explotara en la sede de la Brigada 30 del Ejército en Cúcuta, en la que había personal militar de Estados Unidos. Resultaron heridas 36 personas.
La región del Catatumbo, que abarca 10.089 kilómetros cuadrados, en su mayoría selváticos, forma frontera con Venezuela y está compuesta por once municipios donde operan la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), disidentes de las FARC, un reducto del Ejército Popular de Liberación (EPL) y bandas de paramilitares y narcotraficantes. La situación se agravó tras la salida de las FARC, con la firma del acuerdo de paz de 2016.
