Bajo el lema “Recuperemos la Tierra”, en este 22 de abril, Día de la Tierra, el pedido hacia la sociedad es comprometerse a trabajar con mucho empeño para restaurar el planeta y hacer las paces con la naturaleza.
Según Antonio Gutierres, secretario de las Naciones Unidas, el lema de este año pone énfasis en la importancia que la biodiversidad tiene en la salud humana, ya que en medio de la pandemia, esta puede ser parte de la solución: una rica diversidad de especies dificulta la propagación rápida de los virus, las bacterias y otros patógenos.
La primera manifestación por la Tierra tuvo lugar el 22 de abril de 1970, promovida por el senador y activista ambiental Gaylord Nelson, para la creación de una agencia ambiental. Allí participaron dos mil universidades, diez mil escuelas y cientos de comunidades.
La presión social de aquel hecho tuvo sus logros y el gobierno de los Estados Unidos creó la Environmental Protection Agency (Agencia de Protección Ambiental) y una serie de leyes destinadas a la protección del medio ambiente.
En base al Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, cada cuatro meses aparece una nueva enfermedad infecciosa entre los humanos y el 75% de ellas proviene de animales. “Esto demuestra las estrechas relaciones entre la salud humana, animal y ambiental”, aseguran.
Kathleen Rogers, presidenta de la organización del Día de la Tierra en Washington afirmó que en un día como hoy se debe establecer un compromiso público para realizar una acción relacionada con el medio ambiente.
“Comprometerse con las ideas promovidas desde la plataforma Día de la Tierra supone educar a los amigos y familiares sobre el calentamiento global o comprar productos ecológicos como bombillas de bajo consumo”, agregó.
Si bien muchos especialistas consideran que la sociedad aún está a tiempo de “salvar al mundo”, la Evaluación de Ecosistemas del Milenio planteó una serie de escenarios posibles para el año 2050 en caso de no tomar acciones para el bien de la Tierra.
Esa evaluación considera que habrá más tierras cultivadas que bosques, sobre todo en los países en desarrollo, y que la biodiversidad acuática disminuirá por la pesca en exceso, la invasión de especies exóticas y la contaminación de los ríos y del agua marina.
La pérdida de biodiversidad repercutirá en el bienestar del hombre con cambios ambientales repentinos, por lo que puede disminuir drásticamente la cantidad de peces, habría inundaciones, sequías, incendios forestales o nuevas enfermedades.
La evaluación considera también que la falta de agua y alimentos, a la larga, generará un enfrentamiento entre las personas. Para impedirlo, “habría ya que hacer foco en mantener el equilibrio en la presencia de terrenos cultivados, peces y gestión de bosques y montes”.
Si bien el coronavirus es un riesgo para la salud pública y la economía mundial, la ONU se propone enfatizar en los daños que ocasiona para la diversidad biológica y la importancia de esta última para la continuidad de la especie humana.
La Organización de las Naciones Unidas afirmó que “a pesar de los esfuerzos actuales, la biodiversidad se está deteriorando en todo el mundo a un ritmo sin precedentes en la historia humana”.
De acuerdo a los datos de la ONU, se estima que alrededor de un millón de especies animales y vegetales se encuentran actualmente en peligro de extinción.
Las acciones que la ONU consideran claves para ayudar en esta lucha son: cerrar canillas, apagar luces innecesarias, comprar productos locales y de estación, reducir el uso de todo tipo de plásticos; hacer compost; preferir el aire fresco al acondicionado, el abrigo a la calefacción; organizar teleconferencias en vez de congresos presenciales; repensar nuestra dieta y nuestro vínculo con los animales.
Varias instituciones en una fecha como hoy tienen presente al escritor Eduardo Galeano, debido a su frase “Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo”.
Dentro de lo que refiere al cambio climático, en varias partes del mundo se ha dado que no llueva por semanas, generando así una gran sequía y la falta de presencia del agua en los ríos.
Pese a la cantidad de “hábitos” que “se deberían cambiar”, la Tierra no deja de regalar hermosas postales de sus paisajes, ya sea en el mar, en la montaña, y hasta de algún campo.
“La recuperación de la pandemia de Covid-19 ofrece una oportunidad de que el mundo emprenda un camino más limpio, ecológico y sostenible”, deja como mensaje de ambición y esperanza la ONU.