Investigadores estadounidenses lograron desalojar a miles de ratas que habían invadido un grupo de islas en Alaska, y restablecieron así el estado natural del archipiélago después de más de 300 años.
Los roedores fueron introducidos accidentalmente en el archipiélago de las Aleutianas como resultado de naufragios que datan de 1700 y la ocupación de la Segunda Guerra Mundial. Estos animales, que se encuentran entre los invasores más dañinos, se adaptaron, prosperaron en su nuevo entorno y finalmente se adueñaron del ecosistema de la isla, alterando el orden ecológico natural y expulsando a las especies nativas.
El número de ratas que habitaban en el lugar era tan grande que el archipiélago llegó a ganarse el nombre de “Islas de Ratas”.
En un esfuerzo de conservación coordinado que empezó en 2008, investigadores de la Universidad de California en San Diego lograron finalmente sacar a las ratas de estas islas y demostraron cómo los ecosistemas pueden recuperarse completamente y volver a su estado natural en poco más de una década.
La recuperación ecológica de la isla Hawadax (su nombre original) se extendió desde la tierra hasta la comunidad marina interconectada de la isla. Los resultados de la recuperación, publicados en Scientific Reports, demuestran que el equilibrio natural se establece rápidamente cuando se suprime la amenaza que los acecha.
“Nos sorprendió que el nivel de recuperación se desarrollara tan rápido; pensamos que podría ser más largo”, explica Carolyn Kurle, bióloga de la UC San Diego y autora principal del nuevo estudio.
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Kurle participó en expediciones de investigación a más de 35 de las islas de la cadena de las Aleutianas. Ella y sus compañeros realizaron su análisis en Hawadax en 2008, cuando los roedores invasores dominaban el ecosistema de la isla.
Como un nuevo depredador directo de las especies nativas de la isla, las ratas desataron una cascada de interrupciones en la cadena alimentaria de la isla. Devoraron huevos y polluelos de aves costeras, y prácticamente acabaron con la población de aves marinas reproductoras de la isla. Sin aves que consumieran invertebrados herbívoros de la costa como caracoles y lapas, los herbívoros intermareales de la isla prosperaron y redujeron significativamente la abundancia de algas marinas.
Para revertir estos efectos, una estrategia de conservación coordinada para salvar las especies nativas en Hawadax empezó a eliminar las ratas a partir de 2008. El esfuerzo presentó un caso único en el que los investigadores pudieron comparar los datos del ecosistema durante el dominio de las ratas, con un ecosistema en recuperación cinco años después y un sistema completamente recuperado después de 11 años.
“No suele tenerse la oportunidad de regresar a un lugar remoto y recopilar datos después de haber acabado con el invasor”, dijo Kurle, quien señaló que los investigadores también compararon los datos con ecosistemas naturalmente equilibrados en islas vecinas que nunca habían estado ocupadas con ratas.
“A veces es difícil decir que una acción de conservación tuvo algún tipo de impacto, pero en este caso particular tomamos una acción de conservación que fue costosa y difícil, y de hecho demostramos que funcionó. Pero no esperábamos que fuera tan rápido”, aseguró Kurle al diario La Vanguardia.
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Cuando Hawadax estuvo libre de ratas, las aves marinas regresaron y volvieron a alimentarse de los invertebrados de la orilla del mar, lo que ha permitido la recuperación y el rebrote de la comunidad de algas.
“Las ratas invasoras son casi siempre depredadores directos de los animales nativos cuando se introducen en las islas”, dijo Kurle. “Entonces, cuando las aves regresaron, condujeron a una estructura completamente diferente en la comunidad marina de esta isla. Ahora tiene una estructura que se parece más a la que observamos en islas que nunca han tenido invasores de ratas”.
Los investigadores dicen que se necesitan más estudios que se centren en comprender y medir los impactos directos e indirectos de los invasores, y cómo responden las comunidades interconectadas después de la eliminación de esos impactos, para subrayar los amplios éxitos de conservación asociados con la erradicación de especies invasoras, especialmente en las islas.
“Este estudio confirma los profundos impactos de especies introducidas como ratas en ecosistemas insulares sensibles y, al mismo tiempo, demuestra los notables beneficios para la conservación de su eliminación”, dijo Donald Croll, coautor del estudio y profesor del Departamento de Ecología y Biología Evolutiva. en UC Santa Cruz.