Paul Rusesabagina, el hotelero que inspiró la película nominada al Oscar, “Hotel Ruanda”, por haber salvado la vida de 1200 personas de la etnia Tutsi, en 1994; enfrenta hoy un juicio por 13 supuestos crímenes. El año pasado fue detenido y misteriosamente llevado de vuelta a Ruanda.
Paul Rusesabagina apareció este miércoles esposado, con mascarilla y el típico traje rosa de los presos. El hombre de 66 años y que fue alabado como un héroe durante los sombríos días del genocidio ruandés de 1994, llegó al tribunal junto a otros 20 detenidos para asistir al inicio de su juicio. Además de terrorismo, se le acusa de asesinato y de financiación de la rebelión, por su presunto apoyo al Frente de Liberación Nacional, un grupo rebelde y al que se le ha responsabilizado por diversos ataques en el país.
Después del estreno de la película Hotel Ruanda, Rusesabagina cobró notoriedad y aprovechó ese nuevo espacio para criticar el gobierno del presidente Paul Kagame, considerado por sus opositores como un político que no admite ningún tipo de crítica.
Según sus abogado, Rusesabagina se encuentra actualmente en régimen de aislamiento, cuenta con electricidad unas pocas horas al día y se le permite estar al aire libre durante una hora diaria, aunque hasta ahora no se le ha permitido a ningún organismo internacional que compruebe sus condiciones.
Para su familia no existe la mínima posibilidad de un juicio justo, sobre todo porque consideran que el calvario comenzó con un secuestro orquestado por el presidente Kagame. En agosto del año pasado, Rusesabagina había salido de Estados Unidos - donde reside hacia varios años después de haber sido víctima de ataques en Bélgica - con rumbo a Burundi. Había sido invitado por líderes religiosos para dar varias charlas, sin embargo, al bajar del avión se encontraba inexplicablemente en Kigali, capital de Ruanda, y su comitiva de bienvenida estaba formada por policías que lo detuvieron inmediatamente.
El presidente Kagame consideró la captura como una operación impecable, al tiempo que organismos internacionales calificaban el hecho de desaparición forzada.
Esta semana, 37 miembros del Congreso de Estados Unidos enviaron una carta al gobierno ruandés pidiendo su liberación, lo mismo había hecho el Parlamento Europeo exigiendo que se respeten sus derechos como ciudadano europeo, pues Paul Rusesabagina es belga y por tanto si hubiese un juicio en su contra éste debería tener lugar en Bélgica, no en Ruanda. El gobierno ruandés ha respondido emitiendo una resolución donde condena la intromisión de la Unión Europea, mientras que el presidente Paul Kagame asegura que lo único que busca es evitar el regreso del odio racial.
Fuente: RFI