La aparición de una nueva filmación que muestra el momento en que Carabineros abatía a Francisco Martínez Romero en Panguipulli, al sur de Chile, complicó más la situación procesal de uno de los policías involucrados. En el video, se ve el último disparo que el agente efectuó contra el artista callejero y quedó en evidencia que fue cuando éste estaba herido en el suelo.
El material entregado a la Justicia chilena fue captado desde otro ángulo que el conocido hasta este domingo y aporta nuevos datos a la investigación. Va en contra del argumento de defensa del autor, identificado como Juan González Iturriag, que alegó que tiró “en legítima defensa”. Con esta prueba, la Justicia lo imputó este lunes por homicidio simple, al considerar que “el último disparo percutado y cuyo proyectil ocasionaría la muerte del afectado no se encuentra amparado por el derecho, constituye un exceso policial en el uso de la fuerza”.
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De acuerdo a lo informado por el Ministerio Público, el tiro final impactó en el corazón de la víctima. Asimismo, los agentes alegaron que el malabarista los habría intentado atacar con los machetes con los que realizaba su espectáculo callejero, sin embargo, circularon versiones que los mismos eran réplicas.
El caso desató una ola de protestas en el país, con quemas de edificios estatales y comisarías. Hasta este lunes, había dejado 40 detenidos. Asimismo, profundizó la crisis de Carabineros. Frente a este nuevo hecho de violencia policial, el presidente Sebastián Piñera lamentó la muerte del joven pero respaldó el accionar policial y dijo que Carabineros “es una institución fundamental y es la primera línea en la defensa del orden público, la seguridad ciudadana, el Estado de Derecho y la democracia”.
Las reacciones ante las declaraciones del mandatario se tradujeron de inmediato en duras críticas en las redes sociales, bajo la etiqueta #FueronLosPacos, como llaman peyorativamente a los integrantes de esa fuerza en Chile.
González Iturriaga quedó este lunes bajo arresto domiciliario, luego de que en una audiencia judicial se consideró que disparó innecesariamente en el tórax del artista, según informó la radio BioBío.
El suceso tuvo lugar cuando el mencionado agente y otros dos carabineros hacían una recorrida el viernes pasado en la localidad de Panguipulli. Al interceptarlo, le pidieron el carnet de identidad y el artista explicó que no lo tenía. Marínez Romero, de 27 años, vivía en la calle y, según contó su hermana, había perdido el documento y nunca lo fue a sacar.
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Frente a esto, quisieron llevarlo a la comisaría y él se negó. Según el relato de González Iturriaga, el artista le habría hecho amenazas de muerte con los cuchillos de malabarismo que portaba y el carabinero disparó seis veces: dos balas le dieron en las extremidades y tres en el tórax.
Una enfermera que estaba en la zona le practicó RCP pero no pudo salvarlo, el joven murió enseguida. Mientras, los vecinos les gritaban “asesinos” a los policías en repudio por lo ocurrido.
La ola de denuncias contra Carabineros por excesos en su accionar tiene parte de su base en un polémico mecanismo aprobado en 2019, que habilita a la fuerza a controlar a cualquier persona sin ningún tipo de justificación.
Este lunes fueron enterrados los restos de Martínez Romero en el cementerio El Prado. Se realizó una larga caravana desde el hogar de su familia hasta su morada final. Todo el proceso fue escoltado por Carabineros, junto a personal de Control de Orden Público y acompañados con carros hidrantes y lanzagases.
La organización Human Rights Watch (HRW) instó a las autoridades de Chile a “avanzar urgentemente con una reforma seria y rigurosa a Carabineros”. El director para las Américas del organismo, el chileno José Miguel Vivanco, remarcó en Twitter que “la policía no puede matar a una persona porque se resiste a un control de identidad”, por lo que “urge una investigación exhaustiva y pronta sobre estos graves hechos”.