En los graves incidentes de este sábado en Perú murieron al menos tres personas y hay trece heridos durante otra jornada de protestas con marchas y cacerolazos en rechazo al gobierno de Manuel Merino, el jefe del Congreso que asumió como presidente el martes luego de que el Parlamento destituyera a Martín Vizcarra en un polémico juicio relámpago.
El jefe del Congreso peruano, Luis Valdez, pidió la “renuncia inmediata” del presidente Manuel Merino, quien asumió hace cinco días, tras la violenta represión de las protestas contra el nuevo gobierno. “Le pido al señor Merino que evalúe su inmediata renuncia”, dijo Valdez en declaraciones al canal N de televisión.
“Hay que tomar una decisión mayor, mañana (domingo) elección de una nueva junta directiva para una sucesión constitucional”, agregó Valdez.El ultimátum se produjo luego de conocerse la muerte de tres manifestantes durante una marcha masiva y pacífica de rechazo a Merino en Lima, que fue violentamente reprimida por la policía con disparos de perdigones y gases lacrimógenos.
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“Me acabo de enterar del tercer muerto” en las protestas, dijo el arzobispo de Lima, Carlos Castillo, al repudiar la represión policial en declaraciones a la televisora estatal. La Defensoría del Pueblo había anunciado que el primer fallecido, un joven de 25 años, murió por disparos de perdigón en la cabeza y la cara. También se registraron 13 manifestantes heridos, según la Defensoría, que denunció el uso indiscriminado de perdigones de goma y gases lacrimógenos por parte de la policía.
Miles de indignados, en su mayoría jóvenes menores de 25 años, se lanzaron a las calles en varias ciudades para pedir la renuncia de Merino, en rechazo a lo que consideran un golpe parlamentario.
La mayor marcha atrajo en Lima a miles de personas que convergieron desde distintos puntos de la capital en la plaza San Martín, epicentro de protestas en la zona histórica de la ciudad.
Los jóvenes llevaban carteles con lemas como “Merino, no eres mi presidente”, “Merino impostor”, “Perú despertó”, y avanzaron por las calles al ritmo de batucadas y cánticos.
Las autoridades municipales de Lima, cuyo alcalde pertenece al mismo partido que Merino, Acción Popular (centroderecha), apagaron el alumbrado público de la plaza San Martín cuando el recinto se colmaba. La señal de Internet también se apagó para evitar comunicaciones.
Simultáneamente un grupo de manifestantes se acercó a los alrededores de la vivienda de Merino, al este de Lima, con cacerolas y tambores. Mientras que tanquetas militares circularon por las inmediaciones de un centro comercial de San Miguel.
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Por su parte, el presidente de la Asamblea Episcopal instó al gobierno a dialogar y respetar el derecho de protesta de la población. “Es esencial escuchar y atender los gritos y el clamor de la población para recuperar la confianza, la tranquilidad y la paz social”, dijo el prelado Miguel Cabrejos, arzobispo de Trujillo en un comunicado.
El primer ministro, Antero Flores Aráoz, un político conservador de viejo cuño de 78 años, descartó que el mandatario provisional Manuel Merino vaya a dar un paso al costado por las protestas.
“No ha considerado dar un paso al costado porque millones de peruanos lo respaldan, lamentablemente están en sus casas. No los invitaría a salir”, dijo el alto funcionario.
Merino debe completar el actual mandato, que expira el 28 de julio de 2021 luego de las elecciones realizadas el 11 de abril pasado.
Desde el martes pasado, miles de personas han salido a las calles de Lima y otras ciudades en defensa de Vizcarra, un político sin partido ni bancada en el Congreso pero muy popular, y para protestar contra el gobierno de Merino, cuya legalidad y legitimidad cuestionan.
El Congreso destituyó a Vizcarra el lunes bajo la acusación de “incapacidad moral” a raíz de una investigación fiscal por dos presuntas coimas de 600.000 dólares cuando era gobernador de la región de Moquegua en 2014. Pero el exmandatario niega haber cometido esos delitos que le atribuyen.