La historia de las civilizaciones más antiguas que habitaron en nuestro planeta continúan sorprendiendo más y más. Ahora, se descubrió un hecho sorprendente relacionado con los vikingos, aquellos guerreros germánicos y nórdicos recordados por incursionar en saqueos y pillajes. Por primera vez, descubren y reconstruyen un templo pagano relacionado con sus creencias, gracias al arduo trabajo de arqueólogos y diseñadores informáticos.
Los especialistas que encabezaron esta investigación pertenecen a la Universidad de Bergen, de Noruega. Según la información que pudieron recabar, esta edificación fue dedicada al dios de la tormenta, Thor, y al de la guerra llamado Odin y que estuvo en pie durante varios siglos hasta que avanzó el cristianismo.
Los arqueólogos indicaron que el gran edificio de madera tenía unas medidas de 14 metros de largo, ocho de ancho y hasta 12 metros de alto, y se cree que data de finales del siglo VIII. El fin específico de esta propiedad fue la adoración y los sacrificios para los dioses durante los solsticios de verano y de invierno.
El experto Søren Diinhoff del Museo de la Universidad de Bergen manifestó su alegría por este gran trabajo en equipo donde la historia y las nuevas tecnologías se encontraron para descifrar el pasado. Además, sostuvo a la revista LiveScience que “es el primer templo nórdico antiguo encontrado en Noruega”.
“Esta es la primera vez que encontramos uno de estos edificios muy especiales y muy hermosos. A los vikingos los conocemos de países como Suecia y Dinamarca pero demuestra que también existieron en Noruega”, agregó Diinhoff.
A fines de septiembre, los cimientos del antiguo edificio fueron desenterrados en Ose, un pueblo costero cerca de la ciudad de Ørsta en el oeste de Noruega, justo antes del avance de una construcción inmobiliaria.
En medio de las excavaciones, se revelaron rastros de asentamientos agrícolas tempranos que son de más de dos milenios, incluidos los restos de dos casas comunales que habrían sido el centro de una pequeña granja para una familia y sus animales.
Una gran conclusión a la que llegó el equipo encabezado por Diinhoff es que los restos de la “casa del dios” en Ose son de una época posterior, cuando el área comenzó a estar dominada por un grupo de élite de familias ricas, una distinción que surgió cuando las sociedades escandinavas comenzaron a interactuar con las sociedades más estratificadas del Imperio Romano. Es decir, que fue producto de una enlace de diferentes culturas y sus mixturas.
“Cuando se estableció la nueva sociedad socialmente diferenciada, en la Edad del Hierro romana, las familias principales tomaron el control del culto. Pero en estas celebraciones, realmente la pasaban bien”, reveló el arqueólogo noruego. En estas celebraciones, se ofrecían comida, bebidas y metales preciosos como el oro para que obtener abundancia en el futuro así como las mujeres tuvieran fertilidad.
