Un pasajero tomó unas copas de más antes de subir al avión y provocó un caos en el aire. Se alteró después de que la aeronave atravesara turbulencias y exigió que se realice un aterrizaje de emergencia tras insultar al piloto.
El hecho ocurrió el martes por la tarde en un vuelo de EasyJet. La tripulación intentó contener al pasajero pero la situación se volvió insostenible y tuvieron que desviar el recorrido para realizar un aterrizaje de emergencia.
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Cerca de las 15.30 el avión despegó del Aeropuerto de Londres Gatwick en el Reino Unido con destino al Aeropuerto Internacional de Kos en Grecia, en un vuelo programado de cuatro horas. Pero, según contaron otros pasajeros, el hombre había tomado mucho whisky antes de subir y empezó a generar disturbios.
El responsable del caos desobedeció todas las reglas y agredió no sólo al personal de la aerolínea, sino también a otros pasajeros. En un momento, cuando el avión se encontraba a unos 10 kilómetros de altura, se levantó de su asiento y empezó a llamar “tonto” al piloto por las turbulencias que había atravesado.
En medio del caos, el avión aterrizó de emergencia
Las autoridades a bordo intentaron calmarlo, pero al notar que era imposible lo detuvieron. Por lo que, una hora y 44 minutos después del despegue realizaron un aterrizaje de emergencia en el Aeropuerto Internacional de Múnich. Desde EasyJet explicaron que el regreso a tierra se debió a que “un pasajero se comportó de manera disruptiva a bordo”.
Un video filmado por un hombre que viajaba en el mismo vuelo, capturó el momento en el que bajan al agresor mientras el resto de los pasajeros le gritaban enojados y aplaudían a las autoridades por su accionar: “¡Bájate, perdedor!”, expresó uno de ellos furioso con la situación.
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“La tripulación de cabina fue genial y muy valiente, pero todo el drama fue muy perturbador”, dijo una testigo del hecho al medio estadounidense New York Post.
En diálogo con The Post, la aerolínea expresó: “La seguridad es la máxima prioridad de EasyJet y nuestra tripulación de cabina está capacitada para evaluar y actuar de manera rápida y adecuada en todas las situaciones para garantizar que la seguridad del vuelo y de los demás pasajeros no se vea comprometida en ningún momento”.
“Si bien este tipo de incidentes son poco frecuentes, los tomamos muy en serio y no toleramos comportamientos abusivos o amenazantes a bordo”, agregaron. Por su parte, el resto de los pasajeros que viajaba en el escandaloso vuelo, recibió alojamiento en un hotel y comidas durante la noche mientras esperaban el nuevo despegue de Múnich hacia Grecia el miércoles por la tarde.
“Si bien esto estuvo fuera de nuestro control, lamentamos los inconvenientes ocasionados”, concluyeron desde la aerolínea.
