Durante la pandemia del COVID, el sector de los juguetes sexuales generó más de 29.000 millones de euros a nivel mundial, según la consultora Grand View Research. Una de las probadoras más conocidas de este tipo de producto es Venus O’Hara, activista del orgasmo y divulgadora de información sobre el sexo.
La mujer comenzó a evaluar sex toys gracias a las reseñas que escribía en un blog llamado Eros que pertenece al diario El País. “Ahora tengo 800 juguetes eróticos. Los guardo en la habitación de invitados, donde están ordenados y divididos en categorías”, comentó en una entrevista para S Moda.
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Además, sugirió que lo mejor sería tener cinco productos distintos para experimentar. Por otra parte, las expertas recomiendan usar el artefacto varias veces para comprobar si existe alguna curva de aprendizaje o no y coinciden en que no hay un estado de excitación óptimo para probarlos.
“Solo me masturbo por trabajo y no puedo permitirme repetir los mismos aparatos porque siempre hay algo nuevo por probar. Los sex toys ahora tienen muchas funciones y se pueden usar de varias maneras, y por eso intento probarlos hasta cuatro veces antes de hacer la reseña. Practico la magia sexual y anoto mis orgasmos: tengo unos 20 al mes masturbándome”, expresó O’Hara.
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Por otra parte, la activista confesó que algunas veces no tiene ganas de masturbarse, pero como se dedica eso tiene que hacerlo porque “hay que pagar facturas”. Hace más de 10 años que trabaja y sabe a qué productos decirle que no como, por ejemplo: los anales y los dildos realistas.
Cómo funciona el grupo de probadores y si es un trabajo remunerado
Elisabeth Neumann, directora del departamento de experiencia de usuario de Womanizer y Lovehoney Group, reveló si se les paga a los probadores: “Pueden quedarse con los juguetes que recibieron y a veces le damos vales si el esfuerzo que hicieron fue muy alto para ellos”.
“También, tenemos un pequeño número de procesos de prueba en los que la gente tiene que hacer bastantes evaluaciones y necesitamos entrevistas en persona. Eso sí se remunera con dinero”, aseguró.
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Algunas empresas utilizan usuarios comunes para que hagan sus reseñas y en otros, como en el caso de Diversual, tienen un equipo interno compuesto por sexólogas con un criterio más técnico y otro externo con gente más heterogénea.
El factor más importante de las pruebas es saber en qué fase de desarrollo se encuentra el producto. Cuánto más avanzado esté, más grande será el grupo que reciba la muestra. Ahora, si el prototipo recién inició, el grupo será más pequeño.
