Uno de los criminales más buscados de Alemania logró todo un hito: Norman Volker Franz, acusado de haber asesinado a cinco personas, pudo escaparse hasta en dos oportunidades de la cárcel y fue agregado a las listas de la Interpol y Europol. Sin embargo, fue visto por un turista a principios del 2022 disfrutando de las playas paradisíacas del Caribe y las recompensas de los organismos de seguridad alcanzan los 36.000 dólares.
El asesino, que ya tiene 52 años, se involucró en una banda que atacaba bancos, contrabandeaba cigarrillos de origen polaco e intercambiaba armas justo cuando se preparaba para ingresar a la universidad en Dortmund. Cuando el grupo con el que trabajaba fue chantajeado, Franz atrajo a algunos de los proveedores a una emboscada y, junto con otras tres personas, arrojaron una granada de mano dentro de su vehículo.
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Tiempo después, el teutón fue apresado en una cabina de peaje mientras intentaba viajar a Francia con su novia de aquel entonces, identificada como Sandra C. Lógicamente, el homicida empezó a cumplir su condena perpetua en la prisión de JVA Hagen, de su país natal. De todas formas, el 11 de marzo de 1997, tuvo la pericia para cortar los barrotes de su propia celda y llevar a cabo la primera de las fugas.
El misterio del asesino que fue visto en el Caribe: de su última estadía en la cárcel a las pistas de un turista alemán
Ya afuera de la cárcel, continuó con su periplo delictivo: el germano llegó a dispararle a un guardia de seguridad llamado Rudolf Tamm y robó una de las cajas del Dresdner Bank, ubicada en la ciudad de Weimar. Además, mató a dos individuos, Gerd Koch y Peter Seidel, que estaban a punto de guardar 290 dólares en un coche blindado detrás de un supermercado en Halle.
El criminal fue aprehendido por segunda ocasión en octubre de 1998 cuando residía en la región portuguesa de Albufeira, donde había estado oficiando como agente inmobiliario bajo la identidad falsa de Carsten Mueller. Aún así, escapó una vez más cortando los barrotes de las ventanas: desde entonces, se mantiene prófugo de la Justicia. En febrero del 2021, diversos organismos internacionales decidieron incluirlo en sus listas negras.
Cuando todo parecía indicar que los investigadores le habían perdido completamente el rastro, el asesino reapareció casi dos décadas y media después, según una declaración de un viajero alemán que estaba disfrutando de sus vacaciones en la isla de Curazao. “Un turista vio a un hombre que coincidía con la descripción. Él sabe que no se le permite estar cerca de sus compatriotas porque podrían reconocerlo”, advirtió la Interpol en una comunicación oficial.
Miles de recompensas y los datos que no fueron corroborados
“Franz es una persona educada e inteligente. Puede ser muy encantador con las mujeres. A su vez, quiere lograr sus objetivos materiales y conseguir dinero. Por eso es muy peligroso”, añadieron. Más allá de la recompensa brindada por Europol ante cualquier dato vinculado al asesino en serie, que ronda los 36.000 dólares, también hay un reconocimiento valuado en 28.000 dólares ofrecido por la Oficina Federal de la Policía de Alemania.
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En el marco de un documental televisivo, varios agentes especularon con que el alemán tenía contactos en Marruecos y que ya no tiene vínculo con los miembros de su familia. Al mismo tiempo, una grabación de una supuesta conversación telefónica que mantuvo se había presentado como muestra de voz, pero no se determinó si se trataba del criminal. El caso, a 25 años de su inicio, tiene más incógnitas que certezas.