Un adolescente de 16 años murió de un paro cardíaco luego de masturbarse 42 veces seguidas sin parar. El hecho ocurrió en Rubiataba, en el interior de Goiás en Brasil y conmocionó a todos los vecinos.
Según los informes que brindaron las autoridades, el muchacho habría comenzado alrededor de la medianoche y se pasó toda la noche y madrugada haciendo secuencias de masturbación sin descansar, terminaba una y empezaba otra.
Leé también: Esto es una historia real: un joven vendió un riñón para comprarse un iPhone y ahora vive postrado en una cama
La madre del adolescente ya había sospechado de su compulsión y tenía planeado llevarlo al médico. “Siempre lo hacía, ya había establecido llevarlo al doctor, porque eso no era normal”, dijo la madre del joven.
En la escuela donde el adolescente asistía, los compañeros le hicieron un homenaje. En una conversación, una de sus compañeras dijo que el joven era tan compulsivo que siempre les pedía que en la madrugada se conectaran a la cámara de la computadora para que lo observaran.
Leé también: Esto es una historia real: se comió una babosa y quedó tetrapléjico durante 8 años hasta que murió
En la computadora personal del chico, se encontraron cerca de 1 millón de videos eróticos y 600 mil fotografías de mujeres desnudas y con poca ropa. Además, luego de ser examinado su cuerpo en la morgue, los forenses determinaron que tenía quemaduras de tercer grado en sus manos luego de la maratónica acción.
Le gustaban todas
Sus amigos del barrio detallaron que le gustaban todo tipo de mujeres. “Gordas, flacas, altas, bajitas, estudiadas, desempleadas, de color o blancas, todas eran de su agrado, lo que hacía que le dieran ganas de masturbarse. Apenas veía una mujer se ponía como loco, eran su debilidad, a todas les quería hacer el amor y pasar largas horas en la intimidad”, expresó uno de ellos.
Según las autoridades de salud, la masturbación en los hombres es normal a cualquier edad, lo que no es normal es la cantidad de veces que el joven llevó a cabo esa acción, y creen que ver tanta pornografía pudo haber sido un detonante.
