Ivan Dimitrov, de 27 años, y su pareja, Haley Bracey, de 33, quedaron inmersos en una fuerte polémica luego de que se viralizara un video en donde se ve al joven tallando las iniciales de ambos en las paredes del Coliseo romano. A raíz de estas imágenes, los ministros de Cultura y Turismo de Italia se comprometieron a encontrar y castigar el acto de vandalismo.
Días más tarde lograron dar con los culpables, Ivan Dimitov y su novia Haley Bracey, ambos de nacionalidad búlgara que actualmente viven en el Reino Unido, quienes a través de una carta dirigida al alcalde, Roberto Gualtieri, y al ayuntamiento de la capital italiana, pidieron disculpas sobre lo ocurrido y aseguraron que “desconocían la antigüedad del monumento”.
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“Reconozco con total vergüenza que solo después de lo lamentablemente sucedido me enteré de la antigüedad del monumento”, dijo en la carta enviada a la Fiscalía de Roma, según dejó trascender el diario italiano Il Messaggero.
Además, tal como mencionaron en ese medio, después de ser detenido por la policía el joven y aseguró estar muy preocupado por las consecuencias de su acto, ya que podría tener una pena de dos a cinco años de prisión y una multa de entre 2.500 y 15.000 euros.
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“Consciente de la gravedad del acto cometido, con estas líneas quisiera dirigir mis más sinceras disculpas a los italianos y al mundo entero por los daños causados a un bien que, de hecho, es patrimonio de toda la humanidad”, dijo, reconociendo el trabajo del ayuntamiento de Roma que “con dedicación, cuidado y sacrificio custodian el inestimable valor histórico y artístico del Coliseo”. Sin embargo, lanzó una insólita justificación: “Me enteré tarde de la antigüedad del monumento”.
Aunque hasta el momento se desconoce si hubo algún procedimiento judicial contra el joven y, el ministro de Cultura italiano, Gennaro Sangiuliano, aseguró no hay ninguna denuncia realizada y si lo hubiese, el Ministerio se presentará como parte civil.
El vandalismo puede tener multas de más de 20.000 euros
Si bien el caso de este joven dio la vuelta al mundo en las últimas semanas, sobre todo por la gran viralización que tomó gracias a las redes sociales, no es el primer caso de vandalismo en el Coliseo.
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En 2014, un turista ruso que grabó la inicial “K” en una pared del monumento histórico, fue sancionado con una multa de 20.000 euros y condenado a cuatro años de cárcel en suspenso. A su vez, en 2015, dos turistas estadounidenses también fueron citados por daños agravados tras grabar sus nombres en el monumento.
Y, en el verano de 2022, una turista canadiense fue descubierta por los agentes de seguridad del Coliseo mientras escribía su nombre con una piedra. Aunque, en este caso, el hecho no pasó a mayores, ya que los agentes pudieron dar pronto aviso a la policía que detuvo a la mujer.
