Abul Bajandar, de 32 años, vive en Bangladesh y padece de epidermodisplasia verruciforme, enfermedad hereditaria, no contagiosa, pero incurable, que le viene trayendo problemas en su calidad de vida a lo largo de los años. Tras el agravamiento de su situación, el hombre tuvo que ser internado nuevamente.
La enfermedad que padece Abul es conocida como la enfermedad del “hombre árbol” por las raras protuberancias que se forman en sus manos, similares al tronco de un árbol. Esta se produce gracias a la alteración genética en el desarrollo de uno o dos genes en el cromosoma 17, que se cree alteran el metabolismo del zinc. Lo cual desencadena una respuesta inadecuada ante el virus del Papiloma humano, que es el causante del desarrollo de la sintomatología.
Leé también: Un nene acampaba con su familia, se perdió en el bosque y ocurrió un milagro: “Comí nieve y dormí en la zanja”
“Mi condición empeoró cuando regresé a mi pueblo. No podía trabajar y tenía que vivir de limosnas”, dijo Bajandar a EFE. Hace cuatro años ya había ingresado al hospital para tratar las verrugas que cubrían todo su cuerpo. Pero, en las últimas horas tuvo que volver a ser admitido en un centro de salud de Bangladesh para retomar el tratamiento, después de que su condición se agravara y le impidiera desarrollar una vida digna.
Leé también: Se mudaron a la casa de sus sueños, pero todo salió mal: una grieta se abrió y las arañas invadieron a su hija
A pesar que el hombre ya fue operado más de 20 veces, entre 2016 y 2018, para extirpar las protuberancias en su cuerpo, similares a las ramas de los árboles, fue ingresado de nuevo el sábado en el Instituto Nacional de Quemaduras y Cirugía Plástica Sheikh Hasina de Dacca, donde permanece desde entonces. En ese marco, los médicos que lo atienden confirmaron que “está grave”
Preocupa la salud del “hombre árbol”
Según detallaron algunos de los médicos que trataron a Bajandar “regresó en estado grave”. “Tenemos que empezar su tratamiento desde cero. Nos estamos preparando para sus cirugías”, afirmó el coordinador del centro, Samanta Lal Sen, quien además explicó que hacía tiempo le venían insistiendo con que regrese al centro tras el empeoramiento de su condición.
Abul estaba bajo tratamiento, en 2018 había quedado libre de verrugas gracias a las intervenciones, pero en 2019 lo interrumpió con el deseo de volver a su pueblo para “tratar de vivir una vida normal” junto a su espesa e hija, pero desgraciadamente su situación fue empeorando con el pasar del tiempo.
Leé también: El impactante momento en el que un pescador se salvó del ataque de un tiburón tigre
“Dejé el hospital antes porque no podía permitirme quedarme aquí por un largo período de tiempo”, aseguró y agregó que aunque tiene todos sus gastos hospitalarios cubiertos, no encuentra manera de mantener a su familia, por eso cuando notó una mejoría en su salud decidió intentar tener una vida normal y darle un sustento económico a su esposa e hija.
Según la BBC, existen tan solo 4 personas, además de Bajandar, que padecen esta enfermedad, la cual si bien no es contagiosa, hasta el momento es incurable. Los tratamientos que se conocen para dicha afección son una forma de intentar que el paciente lleva una vida “lo más normal posible”.