El conductor de un coche fúnebre no se olvidará jamás del nombre de la persona que llevaba en la parte trasera. Gracias al cuerpo, el auto que quedó colgando sobre el cañón del Colorado no se cayó al vacío tras un accidente.
El 29 de enero, un empleado de la funeraria Hubbard and Son trasladaba el cadáver de un donante de órganos cuando otro vehículo lo obligó a una maniobra difícil, se descarriló y perdió el control del vehículo en medio de una tormenta de nieve.
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Su móvil atravesó la barrera al borde de la ruta, se tambaleó por el costado de la Interestatal 70 y tuvo una caída que se detuvo milagrosamente: las ruedas delanteras quedaron suspendidas sobre el cañón.
El coche fúnebre quedó suspendido al borde del abismo: lo salvó el cuerpo que trasladaba
Aunque no quiso ser entrevistado en cámara, el conductor dijo a CBS News Colorado que el peso del cuerpo en la parte trasera probablemente mantuvo el automóvil en la carretera e impidió que se precipitara por el costado. Aseguró que sin dudas le salvó la vida.
“Ese es un hijo de puta con suerte”, dijo un oficial de la ley cuando vio el vehículo casi perfectamente equilibrado al borde del abismo.
El cuerpo que trasladaba era de una persona que había decidido donar sus órganos, lo que iba a salvar la vida de otras personas. Pero seguro que nunca imaginó antes de morir que sería de ese modo.