Cuando estaba a punto de jubilarse, Clayton Balabanov todavía no había podido hacer realidad su sueño más grande. Entonces decidió comenzar un proyecto junto a su esposa, Theresa, y conseguir una casa móvil que les permitiera viajar por los hermosos paisajes de Estados Unidos y Canadá.
Cinco años después, obtuvieron lo que buscaban, pero construido por ellos mismo y con muchísimo tiempo y dinero. Pero más que casa es una mansión.
Construyó su propia casa rodante en un semirremolque
El camino que la pareja tuvo que atravesar no fue fácil. Al comienzo, pensaron en comprar una casa rodante directamente, pero ninguno de los modelos los convencían ni se ajustaban a sus necesidades. Por eso, decidieron invertir en un remolque usado y transformarlo en una casa de lujo.
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Balabanov aseguró al medio Insider que pasó un año reconstruyendo el viejo remolque, ya que necesitaba cambio de frenos y hasta de motor. Pero luego se metieron con los detalles mínimos: cuenta con biblioteca, escalera de caracol e, incluso, una bañera de hidromasaje. No sólo eso, tiene el detalle de ser sustentable. “Necesitábamos energía solar, agua reciclada y cosas así, que dejarían una huella de carbono más pequeña, compensando la cantidad de combustible que usa el camión”, dijo Balabanov.
A medida que la iban construyendo, más cosas cambiaban en los planes y eso hizo la casa más única. La mayor parte la realizó la pareja misma, lo que también destaca el gran esfuerzo y motivación que pusieron. Convertir el espacio viejo en uno completamente habitable no fue fácil, pero hoy pueden disfrutar de todas las comodidades como lo hacían en su casa en la isla de Vancouver, Canadá.
