En la noche del jueves 25 de agosto, un meteorito o bólido ingresó a la atmósfera terrestre y pudo ser visto desde la provincia de Córdoba. Al ingresar a nuestro planeta, el objeto se desintegró y generó una luz muy brillante que pudo ser captada en video.
El director del Observatorio Astronómico de Santa Fe, Jorge Coghlan, explicó lo sucedido a un medio local de la provincia de Córdoba: “Es una roca de materia interplanetaria, un poco mayor a los meteoros que se ven habitualmente casi todas las noches. El objeto se ha desintegrado entre los 45 y 65 kilómetros de altura. La observación tiene que haber superado un radio de 300 a 350 kilómetros”.
Coghlan diferenció el bólido de los meteoros más pequeños que ingresan en nuestra atmósfera todos los días, y dio una breve explicación sobre el origen de estos objetos: “En este caso, el bólido, que es una piedra mayor que ingresa desde el espacio, al tener mayor masa llega un momento en el que estalla. Muchas veces se escucha un trueno, se ve como un relámpago y lo hemos visto de día también”.
Según la RAE, un bólido se define como una “masa de materia cósmica de dimensiones apreciables a simple vista, que atraviesa rápidamente la atmósfera con la apariencia de un globo inflamado y suele estallar y dividirse en pedazos”.
Es decir, estos son pedazos de piedra que suelen desprenderse de asteroides mucho más grandes, y quedan a la deriva en el espacio exterior hasta que son atraídos por la gravedad de la Tierra. Una vez empiezan a acercarse a la atmósfera, la fricción y la velocidad a la que viajan causa que se desintegren.
Mientras se fragmentan, las partículas que desprenden suelen calentarse tanto que desde nuestra perspectiva parece que brillen, e incluso a veces explotan generando un sonido parecido al de un trueno. De estos bólidos también provienen las llamadas estrellas fugaces, que son “partecitas” que se encienden y entran a la tierra, pero estas son muchísimo más pequeñas.