La remodelación en una iglesia texana terminó en catástrofe cuando, durante el receso para almorzar de los obreros, el edificio se incendió hasta los cimientos. Sin embargo y milagrosamente, según explicarán los fieles, solo quedó de pie una cruz que se encontraba en el interior.
Lanita Smith, la esposa del pastor, estaba trabajando en su guardería cuando fue alertada de la situación, y llegó muy tarde para poder evitar que la capilla fuera devorada por las llamas. El edificio, que tenía más de cien años, fue destruido. Lo único que quedó intacto fue la cruz.
“Nos mostró que Dios está ahí, Él está ahí y nos ayudará a salir de esta”, declaró la mujer entre lágrimas. “En esa cruz los fieles ponían sus plegarias. Las escribíamos y las colgábamos en la cruz, para que todos pudieran ver cuales eran las peticiones que tenían los demás”.
Los bomberos acudieron rápidamente y afortunadamente no hubo víctimas fatales, aunque algunos bomberos resultaron levemente heridos. Todavía no se pudo identificar la causa original del incendio.
El departamento de bomberos explicó en su página de Facebook que las iglesias, en caso de incendio, son muy propensas a derrumbarse debido a la altura de los techos. En el derrumbe, algunos de los bomberos resultaron heridos, pero fueron atendidos por paramédicos en el lugar, sin complicaciones.
La iglesia contaba con 75 fieles concurrentes. La comunidad ya comenzó una colecta que reunió más de cinco mil dólares para junto con el dinero del seguro lograr que se reconstruya el edificio.
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Smith declaró: “Es un momento triste, pero vamos a salir de esto y sabemos que Dios nos ayudará. Estamos ansiosos por ver que tiene el Señor dispuesto para nosotros”.
