Una especie en peligro de extinción y que representa a uno de los ejemplares más grandes que existen en el planeta fue captada por una cámara oculta en Rusia. Se trata de uno de los últimos tigres siberianos que existen en el mundo.
Las impactantes imágenes muestran a un tigre siberiano caminar lentamente y detenerse en un bosque tranquilo. La escena fue capturada en diciembre de 2021 por el fotógrafo de vida silvestre Sascha Fonseca usando una cámara trampa oculta.
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“Un tigre siberiano macho pasó junto a mi cámara trampa en lo profundo de los bosques del Lejano Oriente de Rusia”, explicó el fotógrafo alemán.
Estas imágenes del fotógrafo se han convertido en toda una hazaña ya que quedan menos de 500 de estos majestuosos animales en el mundo. Al respecto, Sascha ha comentado en sus redes sociales que la imagen es especial ya que los tigres siberianos, también conocidos como tigres de Amur, están en peligro de extinción y este era un macho indocumentado: “Resultó que es un macho desconocido que aún no había sido documentado. Entonces, los investigadores con los que estaba trabajando durante mi proyecto de cámara trampa me invitaron a darle un nombre”.
Seguidamente, Sascha Fonseca, comentó: “Estuvimos de acuerdo en llamarlo ‘Leo’ por el distintivo patrón en forma de L en su pómulo izquierdo, y por el famoso escritor ruso León Tolstoi”.
Vale mencionar que el hallazgo de tigres de Amur salvajes en el mundo hoy en día es algo poco probable ya que solo el 3-4% del área de distribución de estos animales está protegida por reservas de vida silvestre y parques nacionales.
Escasos ejemplares en el planeta tierra
El tigre siberiano (Panthera tigris altaica), también conocido como tigre de Amur, es una subespecie de tigre que actualmente solo ocupa los bosques de hoja perenne y bosques mixtos del extremo sureste de Rusia, en la región del río Amur y la frontera entre Rusia y China.
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Las condiciones como la pérdida de hábitat, tala y minería, caza furtiva y un acervo genético cada vez más reducido han desencadenado que el mismo se encuentre en peligro de extinción. En el año 1992 se puso en marcha un programa de conservación, llevado a cabo por científicos de Rusia y otros países con el objetivo de detener el declive de la población.