Para quienes crecieron en la década del ‘90 y del 2000, Toy Story, la película de Pixar, es sinónimo de recuerdos, añoranza y nostalgia infantil. Con cuatro películas, la saga de Buzz Lightyear, Woody y compañía se metió en el corazón de las infancias hasta el estreno de la última película, la cuarta de la saga, que se emitió en los cines en 2019.
La gran mayoría de las personas que vieron las películas de niños alguna vez miraron de reojo a sus juguetes para observar si se movían. Desgraciadamente, es muy probable que se hayan llevado una decepción al descubrir que la vida no es como en Toy Story. Todos, menos Lu (@bluefflepuff), la twittera que cuando regresa a su casa se encuentra con distintas sorpresas en su habitación.
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Los dos peluches que tiene en la cama, la rana Gustavo y Anna, de Frozen, se mueven todo el tiempo cuando ella los pierde de vista y organizan sus propios planes. Pese a esto, los dos juguetes tienen la suerte de poseer a la organizadora perfecta, la mente pensante de sus travesuras; en pocas palabras, una marionetista es culpable de que aparezcan en diferentes posturas.
La madre de Lu es la responsable de que, cada vez que vuelve a su habitación, vea a sus peluches “de fiesta”. Según explicó en su cuenta de Twitter su madre “todos los días ventila mi cuarto cuando no estoy y, desde hace unos meses, me suele dejar los dos peluches que tengo en la cama haciendo algo”.
“El nivel está alto”, describió en uno de los tweets pertenecientes al hilo en el que mostró cuatro fotos. La rana Gustavo con barbijo y tomándose la temperatura; Anna leyéndole un cuento o ambos tomando un café son algunas de las escenas armadas por su madre que difundió.
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La “directora de cine” sigue armando a diario sus secuencias, por ejemplo Lu hace unos días se encontró con Anna maniatada y todo parecía indicar que el culpable era la rana Gustavo.
La madre utiliza cada vez más elementos. En otras de las imágenes aparece el anfibio fumando mientras la princesa de Disney se lleva las manos a la cara mostrando sorpresa.
