Las profundidades del mar continúan entregando misterios difíciles de resolver, especialmente a través de criaturas que son descubiertas e investigadas a lo largo de los años. En esta ocasión, un extraño fósil de cangrejo fue estudiado luego de haber sido descubierto en las inmediaciones de la ciudad de Boyacá, en Colombia. Si bien fue encontrado hace algunos años, en las últimas semanas se conoció su edad aproximada: 95 millones de años.
Denominado ornitorrinco de los cangrejos, según el paleontólogo Javier Luque, que lo encontró, el crustáceo integra una nueva especie jamás conocida. Este hallazgo fue celebrado por la comunidad científica ya que de esta forma se ampliará el abanico de la especie y también será la base de próximas investigaciones.
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Según las últimas conclusiones lideradas por el paleontólogo, el crustáceo encontrado en Sogamoso, una localidad cercana a la ciudad de Boyacá, medía cerca de 3 centímetros. Además se cree que el cangrejo vivió durante el periodo cretáceo medio, y que su particular estructura podría anticipar las evoluciones que tendrá la especie en un futuro próximo, aunque no cercano.
Por otro lado, también se desprendió un dato fundamental vinculado al lugar de residencia del cangrejo. Es que según Luque y su cúpula de investigación, se cree que el crustáceo vivió en la zona colombiana donde fue encontrado, pero también en Estados Unidos, principalmente en la localidad de Wyoming y también en algunos países que comprenden la actual África del norte.
Cómo era el cuerpo del milenario cangrejo
Según Luque, habitualmente los cangrejos tienen pequeños ojos compuestos al final de un tallo y cubiertos de una órbita que los protege. Sin embargo, en el caso del crustáceo de 95 millones de años, sus características son diferentes.
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El paleontólogo divulgó sus resultados en la revista Science Advances, donde reveló que el animal tenía una boca de camarón, cola de cangrejo ermitaño, patas de jaiba y la forma de una araña con ojos de una libélula. Algo totalmente asombroso y distinto a lo que científicos estaban acostumbrados a analizar.
Además, los ojos del crustáceo denominado Callichimaera perplexa crecían más rápido y su tamaño final ocupa poco más del 15% de la totalidad del cuerpo, presentando inconvenientes para la especie. Al respecto, Luque manifestó: “Son un gran lastre en el agua y son vulnerables. Entonces, independientemente de los inconvenientes que existen para ojos tan grandes, deben haber sido nada en comparación con las ventajas”.