Un pescador de Filipinas fue víctima de la naturaleza y vio cómo su bote fue totalmente destruido por una ola gigante, a causa del tifón Compás. El impactante hecho ocurrió el pasado 14 de octubre en la provincia de Pangasinan, en las costas de Bolinao. Tras luchar varios minutos contra las olas, logró salvar su vida de milagro.
Un drone que era monitoreado por el guía turístico Milo Daragay Mendegorin y su amigo, observó cómo una ola superior a los cuatro metros de altura impactaba contra el barco y lo destruía en mil pedazos. El pescador logró salir de la gran ola, pero era golpeado por otras más que lo arrastraban. Sin embargo, por fortuna y gracias a sus dotes en la natación, se sumergió dentro de las mismas y logró llegar hasta un lugar seguro en donde fue ayudado por algunos lugareños.
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Los drones, en más de una ocasión, han captado imágenes realmente increíbles y que posteriormente se han vuelto virales y han recorrido el mundo. En este caso, mostró como el pescador, en su pequeño bote, fue golpeado duramente por las olas en la orilla del mar y cómo la embarcación quedó totalmente destruida en mil pedazos.
En una entrevista a un medio filipino, el guía turístico que fue el responsable de tomar las imágenes desde el aire afirmó: “Lamentablemente, el barco del pescador naufragó y lo golpearon las olas. Pudo llegar a la orilla y ser ayudado por la gente del lugar”. A este pescador, con lo que tuvo que atravesar, se le habrán ido las ganas de seguir pescando.
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Esto fue a causa de dos ciclones que azotaron las costas filipinas. El primero, de nombre Kompasu, abandonó el área el pasado 13 de octubre. Pero, fue el segundó ciclón quien dejó cifras lamentables: 11 personas fallecieron, al menos 22 quedaron desaparecidas y miles debieron ser evacuadas en la isla de Luzón.
Luego, el tifón se trasladó a China y Vietnam y fue finalmente en las costas de Tailandia donde terminó de debilitarse. Es normal ver en estos lugares este tipo de fenómenos naturales, los cuales generan enormes destrozos y llevan todo a su paso. Las pérdidas, tanto materiales como humanas, son abrumadoras.
