Hay personas que han tenido que sacrificar sus estudios por ciertas situaciones personales. Son muchos los que se vieron privados de seguir una carrera universitaria porque se vieron obligados a tener que salir a trabajar para poder ayudar en sus casas. Este fue el caso de una mujer palestina que consiguió graduarse a los 85 años.
Ella había tenido que dejar de lado su futuro debido al éxodo palestino provocado por la ocupación israelí. Su historia de lucha y perseverancia emocionó a más de uno en las redes sociales y pronto se volvió viral. Fue así como Jihad Butto conmovió a la comunidad 2.0 al lograr obtener su tan anhelado título académico luego de años de espera.
Ella jamás bajó los brazos y en cuanto tuvo la oportunidad se abrazó fuerte a su sueño y lo consiguió. En el 2018 se inscribió en el centro de estudios islámicos de su ciudad y desde ese día no paró hasta alcanzar su meta. Sin embargo, la pandemia provocó que casi perdiera meses de estudio tras el cierre de varias universidades. Pese a las dificultades que se le pusieron en el camino jamás se detuvo.
Cómo logró recibirse a tiempo pese al coronavirus
La crisis sanitaria, derivada del coronavirus, le quitó la posibilidad de cursar de manera presencial a Jihad Butto. Y aunque nunca imaginó que iba a tener que aprender a manejar los nuevos y modernos dispositivos tecnológicos pudo adaptarse a la perfección. Por un momento llegó a pensar que no iba a poder, pero ella estaba decidida a no darse por vencida.
“Hice mis exámenes por Zoom y los pasé todos”, les explicó a los canales de noticias que destacaron la perseverancia de la palestina. “Me gustaba estudiar, pero cuando tuve a mis hijos estaba ocupada con ellos, así que empecé a aprender con ellos, sostenía el libro, estudiaba la lección y la memorizaba”, agregó mientras relataba su hazaña.
“Por el cierre por el Covid-19, tuvimos que estudiar a través de Zoom”, recordó la mujer tras detallar que sin la ayuda de sus hijos no hubiera sido posible recibirse. Fueron ellos los que la ayudaron y la incentivaron para que por fin lograra obtener su título universitario. “Me encantaría sentir que todavía soy útil. Mientras pueda seguir dando, seré feliz”, confesó orgullosa tras haber obtenido el diploma.
