Los monos en general, pero específicamente los chimpancé, son animales muy inteligentes. Poseen estrategias de caza sofisticadas que requieren cooperación. Además, son conscientes de su estatus social y son manipuladores, capaces de engañar. Casi como un ser humano, pueden aprender a usar símbolos y pueden entender aspectos del lenguaje humano, incluso algunas relaciones sintácticas y conceptos de números y numeración.
Un video comenzó a recorrer el sur de China y luego se expandió por el resto del mundo. En el clip se ve cómo un chimpancé imita a su cuidador: se lava las manos con agua y con jabón e intenta ponerse una mascarilla contra el COVID-19.
Ambas prácticas fueron muy difundidas desde el año 2019 con el comienzo de la pandemia de coronavirus. Es posible que el animal haya visto en repetidas ocasiones realizar este tipo de hábitos a sus cuidadores. El video fue filmado en la ciudad de Chongqing el 3 de agosto.
La chimpancé es hembra y se llama Yu Hui. La grabación realmente ha asombrado a todos los internautas ya que muchos seres humanos, a dos años de la pandemia, aún continúan poniéndose la mascarilla o barbijo de forma incorrecta. Según los informes de sus cuidadores, el cociente de inteligencia de este animal en particular es más alto que el de los otros gorilas.
¿Por qué el chimpancé imita a sus cuidadores?
El chimpancé común es una especie de primate homínido propia de África tropical. Estos, junto a los llamados bonobos, son los parientes vivos más cercanos al ser humano. Tetsuro Matsuzawa, director del Instituto de Investigación de Primates de la Universidad de Kioto, ha estudiado la inteligencia de los chimpancés durante más de cuatro décadas para comprender su mente. “Los chimpancés tienen su propia forma de comunicarse”, explicó durante la presentación de sus estudios en la Fundación Biodiversidad.
La principal distinción entre humanos y chimpancés es que ellos no tienen imaginación. “La imaginación es una fuerza única del ser humano y es la base para entender la mente de los demás. Los chimpancés viven en el presente, nosotros también tenemos pasado y futuro. Ellos viven aquí y ahora, no tienen ansiedad. Nosotros tenemos esperanza”, explicó el científico.
En libertad, los chimpancés aprenden las destrezas de sus mayores a través del llamado “aprendizaje por el maestro” que, a diferencia de los humanos, implica que no enseñan a su prole sino que aprenden por observación. “Les muestran un modelo que la cría repite porque tiene una motivación muy fuerte. El adulto manifiesta una tolerancia muy alta para dejarles observar y aprender”, concluyó Tetsuro.