A pesar de que “La Bella Durmiente” es uno de los cuentos más famosos del mundo, no es un cuento original de Disney, sino que está basado en la historia “Sol, Luna y Talía”. Este es un relato de hadas de tradición oral, escrito por Giambattista Basile un poeta, cortesano y coleccionista de cuentos de hadas italiano. Su primera versión data de 1634 y fue publicada en el libro de cuentos el Pentamerón.
La película animada de Disney, estrenada en 1959, omitió los detalles más escabrosos ya que la historia del siglo XVII no era apta para menores porque aborda temas como la violación y el canibalismo.
¿Cuál es la historia detrás de “La bella durmiente”?
La historia comienza cuando un rey tiene una hija, Talía (no Aurora como en la película), y convoca a todos los adivinos de su reino para conocer el futuro de princesa.
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Estos le dicen que la vida de la nena corre riesgo -producto de una maldición- y que su fallecimiento será a causa de una espina de lino. El Rey, para mantener a salvo a Talía, prohibe en su castillo el lino, el cáñamo o cualquier otra fibra que se le parezca.
La nena crece sin problemas y, cuando llega a la juventud encuentra una rueca y un huso escondidos en el palacio. Toma la rueca con la mano y tirando del hilo se pincha con una espina de lino en la uña y cae dormida al instante.
El rey, devastado, abandona el cuerpo de su hija sentado en un sillón de terciopelo, cierra todas las puertas del castillo y se va sin retornar jamás.
Tiempo después, otro rey se encontraba cazando en el bosque cuando uno de sus halcones se escapa. El rey lo siguió y vio que entraba por una de las ventanas del palacio abandonado. Lleno de curiosidad, forzó la puerta y entró. En el mismo sillón, encontró el cuerpo durmiente de Talía.
El rey la llevó a una cama, abusó de ella y regresó a su reino sin saber que la había dejado embarazada.
Nueve meses después, Talía, que seguía dormida, dio a luz a los gemelos Sol y Luna. Dos hadas cuidaron de los nenes hasta que uno de los bebés, al buscar el pecho de la madre para alimentarse, se confundió y le chupó el dedo, sacando con la succión, la espina que mantenía dormida a la madre.
Entonces la princesa despertó y siguió con su vida, esta vez junto a sus hijos.
Un día, el rey volvió al castillo y se encontró con la sorpresa de que la princesa estaba viva y con sus dos descendientes.Le explicó la situación a Talía y se quedó unos días con ella. De pronto se marchó ya que en su reino lo esperaba su esposa.
De vuelta en su castillo el rey, nombra de Talía en sueños. De esta forma la reina se da por enterada de la existencia de la princesa y sus hijos, lo que desata su ira.
Entonces elabora un siniestro plan: convence a un amigo para que le lleve a los nenes con el pretexto de conocerlos, pero le da indicaciones al cocinero para que los asesine, prepare un guiso y se lo dé de comer al rey.
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El cocinero, conmovido por los nenes, se los entrega a su esposa para que los mantenga escondidos y a salvo. Esa noche le sirve al rey la carne de dos cabritillos en el guiso y engaña a la reina diciéndole que la carne era de los nenes.
La celosa esposa, que también había secuestrado a Talía, la condena a morir en el fuego.
El rey, al enterarse por su propia esposa que se había comido a sus hijos, así como de la muerte de la princesa Talía, ordena que su esposa y todos los involucrados sean quemados también en la hoguera.
Sin embargo, Talía no alcanzó a ser quemada y el cocinero alcanzó a explicarle al rey que no fue capaz de herir a los bebés y que había comido carne de cabra.
El noble y la princesa Talía se casan y viven felices con Sol y Luna, mientras que el cocinero fue perdonado y premiado por su buen corazón.