Un agente policial de la ciudad Oregon, Estados Unidos, disparó y mató a un chimpancé adulto llamado Buck después de que atacó a una mujer. Una cámara añadida al uniforme de uno de los policías muestra el momento en que el animal fue abatido después de atacar y mutilar a la hija de su dueño.
La Oficina del Sheriff del condado dijo que el chimpancé, que había vivido con Tamara Brogoitti durante 17 años en Pendleton, comenzó a atacar a la hija de Brogoitti alrededor de las 8 am del domingo, informó The Tri-City Herald.
Brogoitti, de 68 años, llamó al 911 y dijo que el animal había mordido a su hija, de 50 años, en el torso, brazos y piernas. La teniente del alguacil Sterrin Ward dijo que la mujer estaba escondida en el sótano.
Cuando llegaron los policías el animal deambulaba por un área cercada fuera de la casa y fue necesario “sacrificarlo” para darle ayuda médica a la persona herida. Además, la policía señaló que le dispararon con la autorización de la dueña. “El chimpancé recibió un disparo en la cabeza”, dijo Ward.
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No está claro qué causó el ataque del chimpancé.
El grupo animalista PETA afirmó en un comunicado que ya había advertido a las autoridades estatales que Brogoitti se había puesto en riesgo al entrar en contacto directo con un simio peligroso.
Agregaron: “Y ahora, él está muerto y una mujer ha sido mutilada debido a la negativa de Brogoitti a seguir el consejo de los expertos y trasladar a Buck a un santuario acreditado”.
Erika Fleury, directora de programas de la North American Primate Sanctuary Alliance, dijo a OregonLive: “Se deben esperar ataques de cualquier primate de propiedad privada en cautiverio porque estos animales no llevan una vida saludable en la que puedan expresar sus impulsos naturales y participar en comportamientos naturales”.
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Desde 2010 hasta principios de 2019, Brogoitti administró el Buck Brogoitti Animal Rescue en su rancho, informó East Oregonian. La organización sin fines de lucro albergaba y cuidaba principalmente caballos que la oficina del alguacil confiscaba en casos de abuso y negligencia. No se supo de inmediato cómo el chimpancé llegó a vivir con ellos.
La familia tuvoa a Buck durante 17 años y se le permitió quedarse con el chimpancé después de que en 2010 el estado de Oregón prohibiera tener chimpancés como mascotas.