Una influencer de España se comunicó con un restaurante de Tarragona para hacerle publicidad en la red social Instagram a cambio de una cena gratis, lo que comúnmente se conoce como “canje”. Los responsables del local gastronómico se negaron y su respuesta se volvió furor en todo el mundo.
Se trata del restaurante “AQ”, cuyos dueños compartieron capturas de pantalla del intercambio que mantuvieron con la instagramer por mensaje privado de la red social. Allí, los encargados del local calificaron la propuesta que la joven hizo como “falta de empatía” y “oportunismo”.
“Vi su restaurante y me encantaría probarlo. Pensé que podríamos colaborar de una forma original y divertida. Consistiría en venir a probar el restaurante de forma gratuita y, a cambio, publicaría toda la experiencia, stories y posteos promocionando el restaurante, ¿qué les parece? Mil gracias”, decía el mensaje que la influencer envió al restaurante.
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Seguido a eso, desde AQ respondieron: “Pues la verdad es que no hacemos publicidad en ningún medio desde hace 14 años. Que venga a comer a nuestro restaurante gratis y que nos publicite no nos parece que sea ni necesario ni positivo, seguramente atraerá a más personas a pedirnos gratuidades”.
“En los 16 años del restaurante pasaron los mejores críticos del país y siempre opinaron (bien, por cierto) lo que les pareció y por supuesto pagando”, agregaron, Ana y Quintín, los dueños del local.
La cuenta de Twitter de “AQ” publicó la conversación el 7 de junio, y el tuit ya acumula más de 22.000 “me gusta” y 3400 retuits.
“¿Qué pasaría si viniese y la comida fuera una basura? Sus seguidores se merecen una opinión libre, no cree?”, remata la respuesta.
El empresario Quintín Quinsac, uno de los dueños del local junto a su esposa Ana Ruiz, por su parte contó al diario ElHuffPost que la influencer tenía 18 mil seguidores y que la joven solo “quería cenar gratis con quien fuera el sábado”.
A su vez, Quinsac comentó que visitó el perfil de la joven y notó que no subía contenido relacionado a su sector: “No tenía nada de gastronomía. Era todo sobre cremas, productos y demás”.
“Me sentó mal y le contesté. Me tomé mi tiempo para contestarle educadamente porque para mí era importante decirle lo que le quería decir”, conluyó.