En la comarca del Alhama-Linares, en la comunidad española de La Rioja, se esconde una de las joyas ocultas más codiciadas del mundo: la mina de piritas cúbicas de Navajún. Se trata de un “mineral perfecto” de increíble forma, por el que coleccionistas de todo el planeta pagan fortunas.
Las piritas de este lugar, en los límites con la provincia de Soria, se pueden encontrar en las exposiciones de los museos de ciencias naturales más importantes del mundo. Lo curioso es que Navajún es un pueblo en el que viven apenas tres personas.
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Los minerales del lugar están compuestos por azufre y hierro, pero son sus formas plagadas de líneas rectas que surgen de manera natural las que los hacen tan deseados: parecen cubos, rectángulos o alguna otra pieza similar y lucen como si hubiesen sido talladas por algún especialista, pero así es como las encuentran. El proceso que las hace únicas se conoce como “cristalización cúbica”.
El yacimiento está situado en la Sierra de Alcarama, a cuatro kilómetros de Navajún y fue descubierto en el año 1965 por Pedro Ansorena, el actual gerente de la mina. Cuenta con materiales de los periodos Cretácico y Jurásico, incluidas huellas de dinosaurios, y tres capas (niveles) con piritas.
“La pirita es un mineral muy extendido pero aquí tenemos los cubos más perfectos. Incluso hay algunos cubos que dan aristas y ángulos iguales, es decir, que es un cubo perfecto dentro de la naturaleza”, explicó Ansorena a Cadena SER.
En Navajún, un pueblo diminuto de la región, que según el censo cuenta con solo 11 habitantes -Ansorena revela que en realidad viven 3- todos se dedican a las piritas. El negocio, sin embargo, radica en el exterior: los coleccionistas de las piritas provienen en un 70% de los Estados Unidos.
“A todos los coleccionistas que se precien lo que más les interesan es poder tener el mineral ellos mismos, poderlo trabajar. En seguida pensamos que era buena idea que esos coleccionistas vinieran a la mina para obtener sus piritas de manera totalmente artesanal”, explicó Ansorena que también se ilusiona con el aumento del turismo.
La extracción es manual, por lo que cada uno de estos cubos debe ser retirado de las montañas en las que se los encuentra con delicados martillazos, que procuren no romper la pieza que se surge naturalmente perfecta. Un golpe de más puede hacer caer el valor.
En Amazon, un pack de 250 gramos de piritas cúbicas se consigue a 20 euros.
