Las estafas bancarias en la Argentina se han convertido en un problema creciente, impulsadas por el auge de la digitalización y la falta de conciencia sobre los riesgos. Modalidades como el phishing, el robo de datos mediante correos electrónicos o mensajes falsos, y el smishing, que utiliza mensajes de texto para obtener información confidencial, son de las más comunes. Los delincuentes se hacen pasar por entidades bancarias o servicios oficiales para engañar a las víctimas y obtener datos sensibles, como claves bancarias o información de tarjetas. Este tipo de delitos afecta tanto a individuos como a empresas, con pérdidas que van desde pequeños montos hasta sumas millonarias.
Por eso, es cada vez más importante la información y concientización sobre este tipo de prácticas fraudulentas. Un ejemplo de campaña disruptiva en este sentido es la que viene llevando adelante ICBC junto a Julio Ardita, experto en prevención de estafas bancarias. A través de diferentes contenidos, se enfoca en generar conciencia con el fin de dotar de información a los usuarios del sistema financiero y protegerlos de estos fraudes.
Stella Laurenti, Communication & Media Manager en ICBC, destaca sobre la campaña: “Rompimos el molde de la industria, animándonos a hablar de “estafas bancarias” para llegar en forma directa al interés de la gente. En general, se habla de ciberdelitos o fraudes (sin especificar) pero el punto es que las modalidades fueron creciendo en diversidad y las estafas ya no son sólo digitales, sino telefónicas y presenciales también”.
Además Laurenti agrega: “Nos enfocamos en generar conciencia respecto de la precaución que debemos tener las personas para no caer en las popularmente llamadas “estafas bancarias”. Las estafas comienzan afuera de los bancos, los delincuentes usan diversas estrategias para conseguir que la gente les dé los datos de acceso a sus cuentas (usuario, clave y los 6 números del token) para robarle la plata. Esto se llama ingeniería social porque, mediante artilugios, logran manipular a la gente para establecer confianza, hacerle creer que la está contactando el banco y así obtener información sensible. No son los bancos los que estafan sino delincuentes haciéndose pasar por otros y es por esto que queremos llevar este mensaje de prevención”.
Por eso, a través de diferentes videos educativos, la campaña de ICBC aborda las causas más vigentes en este momento y deja recomendaciones para no ser otra víctima más de este tipo de fraudes. En su plataforma se pueden ver contenidos como:
- Nunca googlees para entrar al homebanking.
- Cuidate de los perfiles falsos en redes sociales.
- Atención con los correos electrónicos que recibas.
- No dejes que te estafen por teléfono, whatsapp, ni SMS.
- No entregues tus tarjetas, pedí el posnet.
- Chequeá adónde te lleva el QR que escaneás
- Nunca dejes que alguien dé de alta un producto bancario por vos.
La palabra del experto
Las primeras preguntas que surgen al escuchar o ser víctima de una estafa bancaria son ¿por qué alguien entregaría sus claves casi sin darse cuenta de que lo están estafando?. Julio Ardita, luego de 25 años en los que trabajó con las principales empresas y organismos de Latinoamérica ayudando a prevenir incidentes de ciberseguridad, advierte: “En general, las personas naturalmente confían en la comunicación, así somos los seres humanos. Al existir un teléfono celular en el medio, las personas tendemos a confiar en un mensaje recibido, un llamado, hacemos click en un link o seguimos las instrucciones de una persona que nos llama y guía en una operación fraudulenta”.
Además, detalla: “Las personas son el eslabón más débil de la cadena, ya que los bancos, las empresas y los dispositivos móviles incluyen tecnologías que ayudan a prevenir este tipo de fraudes, pero en general la gente tiende naturalmente a confiar en los celulares, en una foto que ve, en un mensaje que recibe que es muy parecido a un mensaje original o en una llamada donde alguien se hace pasar por otro”.
Por otro lado, el especialista explica: “Los estafadores explotan lo que se conoce como vulnerabilidades humanas, generando emociones positivas o negativas, a través de las cuales las personas tienden a confiar: juegan con la urgencia del caso, les aseguran que ganaron un auto, un viaje o les ofrecen ganancias exorbitantes”. Y recomienda: “La forma de protegerse de este tipo de estafas es activar el “botón” del sentido común en la persona, pensar unos segundos antes de responder y tener claro que nunca hay que compartir el usuario, clave o token de nuestro home banking o aplicaciones”.
De esta forma, ICBC hace un aporte fundamental para que los usuarios bancarios se informen y eviten caer en este tipo de estafas.