“Siempre he sido un apasionado de la música y el cine, un verdadero geek al que le encantan las películas. Pero con el tiempo, mi amor por la música tomó protagonismo, lo que me llevó a descubrir que componer para medios visuales era una carrera profesional viable. Ahora, como compositor musical, soy responsable de traducir la visión del director creativo en música que sumerja a la audiencia en el mundo de las películas, series, juegos y más”, explica Damián Kompel, un joven compositor porteño que encontró su lugar en la meca de las industrias creativas: Hollywood.
A sus 24 años, Kompel forma parte del equipo del prestigioso Pedro Osuna, conocido por la musicalización de “Argentina, 1985″, y utiliza su experiencia para inspirar a otros jóvenes a seguir sus sueños en la música y las artes visuales.
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Nacido en la Ciudad de Buenos Aires, triunfa en Los Ángeles promoviendo con su propia experiencia el estímulo a esa creatividad que late en muchos otros artistas. Kompel fue merecedor de la beca World Tour y del premio Alf Clausen para compositores talentosos. También completó el programa de Composición para Cine en Berklee College of Music.
Actualmente es embajador de la Fundación del Latin Grammy y fue premiado con la beca de Asistencia a la Matrícula por esa prestigiosa fundación. Sus composiciones participaron en festivales de renombre internacional como el “Tribeca Film Festival”, “I.D.F.A.” y otros.
Su historia comenzó cuando decidió estudiar en la Escuela de Música Contemporánea (EMC) de Buenos Aires. Allí, se especializó en interpretación de piano, composición y arreglos. Durante su formación también estudió composición con Juan “Pollo” Raffo, escritura y orquestación de tango con Andrés Linetzky, y saxofón/clarinete con Ramiro Flores y Carlos Michelini.
“Hoy mi principal objetivo es complementar el mundo único de cada proyecto con mi música, ya sea un largometraje de dos horas o una serie web de dos episodios. Creo que todos los proyectos transmiten su propio mundo. Mi función es crear partículas musicales (sonidos, melodías, entre otras cosas) que transporten al público a estos mundos o, al menos, provoquen pensamientos sobre ellos”, indicó.
Desde Los Ángeles agregó: “Los instrumentos musicales siempre han sido una gran obsesión para mí y juegan un papel crucial en mi trabajo. Mi pasión por aprender y tocar varios instrumentos me permite transmitir diversas sonoridades para diferentes proyectos”.
“A mi modo de ver, mi objetivo principal es ser parte de la parte de la alegría en la vida de alguien. Estar presente un martes por la tarde en la televisión de una persona cualquiera en su momento de desconexión del mundo real. Creo que la música es la herramienta más poderosa para crear esta sensación de ser transportado, y es la emoción y la esperanza de ser quien genera eso para los demás lo que impulsa mi viaje creativo”, completó.
