El 7 de mayo de 2013, abría sus puertas por primera vez la planta industrial de Ferreyra, Córdoba, de New Holland Agriculture, marca de CNH Industrial. A lo largo de una década, salieron de esta fábrica diferentes modelos de la marca de maquinaría agrícola. Con nuevas inversiones y tecnología de punta, la planta se encuentra más vigente que nunca.
Actualmente, la compañía instaló una central para monitorear y diagnosticar máquinas en tiempo real y mejoró los sistemas de trazabilidad y almacenamiento. Además, incorporó herramientas digitales y amplió sectores para la fabricación de nuevos productos.
Un punto central del último tiempo también fue la adquisición de una nueva cabina de testeos para cosechadoras con inteligencia artificial, como la CR 7.90 Intellisense, un equipo que se destaca por su capacidad de cosecha, precisión y calidad. Además, cuenta con la solución en conectividad MY PLM Connect, la plataforma que permite monitorear y gestionar remotamente el campo, la flota y los datos en cualquier momento y desde cualquier lugar, optimizando el tiempo y mejorando la productividad.
El equipo posee sensores y tecnologías integradas y cuenta con una lectura de datos cada 20 segundos, realizando ajustes preventivos a medida que cambian las condiciones de cosecha. Con esta innovación, el productor puede preconfigurar la máquina según sus distintas estrategias de producción, como la menor pérdida posible o la máxima capacidad operativa.
Una fábrica con mirada sustentable
En su planta, New Holland también posee una política de gestión de residuos con la que, a través de una isla ecológica se reciclan los desperdicios que se generan en la manufactura.
También desarrolla acciones sustentables que aportan en la conservación de los recursos naturales. Durante 2022, se redujo el 10% el consumo del agua en la fábrica, se plantaron 129 árboles y se convirtieron 5 toneladas de cartón en juguetes y 3 toneladas de botellas en ecoladrillos, además de reciclar un 98,9% de los residuos.
