Si fuiste a las Cataratas del Iguazú, seguro tenés más de una foto de la Garganta del Diablo. Y por algo es. Con un rugido inolvidable y una bruma que moja a los que se animan a acercarse al balcón para admirarla, es el salto más impresionante dentro del Parque Nacional Iguazú.
Los números lo confirman: en ese punto cae gran parte del agua de las cataratas, formando un abismo de 82 metros de altura, 150 metros de ancho y 700 metros de largo, según datos del sitio de Turismo de Iguazú.
Para dimensionar el tamaño y la majestuosidad de este salto, hay que saber que su altura equivale a un edificio de 30 pisos y que el caudal promedio alcanzaría para llenar nada menos que 36 piscinas olímpicas en un minuto.
Cómo visitar la Garganta del Diablo
Para acceder hasta el balcón Garganta del Diablo, se puede tomar el Tren Ecológico de la Selva o bien hacer el recorrido caminando. Un buen dato es que el paseo es 100% accesible gracias a sus pasarelas sobre el río Iguazú. En total, el circuito dura unas dos horas.
La tarifa general para acceder al parque si sos residente nacional es de $610. Niños de 6 a 16 años pagan $350; estudiantes universitarios o terciarios, $130; y residentes provinciales, $120. Jubilados y pensionados nacionales, residentes locales, visitantes con discapacidad y menores de 6 años, gratis.
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El Parque Nacional Iguazú
En este lugar, declarado Patrimonio Natural de la Humanidad por la Unesco en 1984, además de la Garganta del Diablo hay más de 270 saltos para conectar con la naturaleza. Desde el 2011, las Cataratas son una de las nuevas 7 Maravillas Naturales del Mundo.
El parque también es hogar de más de 418 especies de aves, que conviven en la selva con otros animales como peces, tortugas, monos caí y yaguaretés.
