Victoria Beckham es una de las diseñadoras más esperadas en la Semana de la Moda de Londres. Pero como se produjo un gran rebrote de contagios por COVID-19 en las últimas semanas, la mujer de David Beckham se vio obligada a presentar su nueva colección de manera virtual, a través de un vídeo grabado en la Galería de Arte Contemporáneo Victoria Miro que se emitió este lunes en su cuenta de Instagram, con más de 28 millones de seguidores.
Su familia más cercana fue el único público que pudo asistir al evento. David, Romeo, Cruz y Harper Seven dijeron presente en el show como lo hacen año tras año. Los únicos que faltaron en esta oportunidad, por compromisos laborales, fueron su hijo mayor, Brooklyn y su prometida Nicola Peltz.
Sobre la colección: la diseñadora publicó un adelanto en su cuenta, mostrando lo que se vería en el desfile. En ese sentido, mantuvo el estilo de su marca: minimal; que también coincide con el nuevo paradigma del mundo de la moda, que busca volver a lo simple y al impacto de los colores. Enfrentada a una situación financiera desafiante, redujo sus típicos 45 looks a 20, eligió solo cuatro modelos y reemplazó los planes iniciales de un show desopilante a un cortometraje filmado en su galería preferida.
Abrió la presentación con un discurso inspirado sobre este capítulo trascendental en el tiempo: “Encontré todo este asunto muy liberador. Todo cambió esta temporada y me recuerda por qué me enamoré de la industria en primer lugar, hace todos esos años cuando solía hacer presentaciones más pequeñas y narrar a través de ellas”, dijo Beckham.
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“Los límites pueden ser liberadores. Trabajando a distancia, para esta colección reaccionamos con espontaneidad. Fuimos instintivos. Nos preguntamos qué ha cambiado. ¿Quiénes queremos ser? ¿Qué deseamos? Esta colección trata de la libertad: explorar, vestirse, ser uno mismo”, continúo.
En cuanto a los looks, se inspiró en un estilo muy retro de los años setenta, con cortes fluidos como protagonistas. Mantuvo la apuesta sastrera que tanto la caracteriza, pero con líneas más largas y lánguidas. Reemplazó los vestidos ajustados por los diseños con caída en versión oversize. Los trajes de diferentes colores se llevaron el protagonismo, con pantalones súper acampanados y blazers largos y entallados. Sin dudas, las prendas de esta colección están más inclinadas a la practicidad y al ready to wear como nunca antes.
“Puedo decir honestamente que no hay nada que no me ponga aquí, y ese no es siempre el caso de una colección de pasarela”, admitió. “A veces solo creas una silueta para la pasarela”. Por último, confesó que se inspiró en los vientos de cambio: “En el encierro, yo vestía muchas camisetas y camisas. Nada ajustado o elastizado”.
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