Finalizó el San Pablo Fashion Week, uno de los eventos de moda más prestigiosos y concurridos de Latinoamérica y uno de los eventos más importantes a nivel mundial junto a Nueva York, Londres y Milán. La pasarela de la ciudad brasileña comprobó que sus desfiles evolucionaron y son más inclusivos y diversos.
La era de las modelos de Victoria's Secret llegó a su fin y dio comienzo a una nueva etapa en el mundo de la moda, en donde ya no se ven las modelos muy delgadas e inalcanzables que lejos están de identificarse con la figura de una mujer real, sino modelos que representan a todo tipo de personas.
Hace diez años, el estado brasileño predijo que solo el 10% de las modelos de la Semana de la Moda de San Pablo eran de raíces afroamericanas. En la actualidad, según cifras oficiales, de las 834 modelos registradas para participar en el evento 204 son de origen afro y solo 20 de origen indígena. Además, esta nueva edición contó con la inclusión de modelos con discapacidad que desfilaron por la pasarela de diferentes diseñadores.
Los desfiles más destacados de esta semana fueron los de Fernanda Yamamoto y de la plataforma Free Free, dirigida por la directora creativa Yasmine Sterea. Esta última se basó en la pluralidad y participaron mujeres de todas las edades y diferentes tipos de cuerpo.
Mientras que la pasarela del diseñador Fernanda Yamamoto, se inspiró en la moda ageless (de todas las edades) y decidió celebrar los 10 años de la marca con modelos que formaron parte de su historia, incluidos socios, costureras y clientes.
“La moda se ha salido de los talones y esto es una señal de los tiempos. SPFW en sí es más pequeño, más sencillo, más realista. No más editoriales de moda esnob, no más caro ", dice Daniel Falcão, CEO de Globo Condé Nast, que publica la revista Vogue.
La Semana de la Moda de San Pablo buscó atraer a la audiencia al aliñarse con diferentes conceptos como causas vinculadas al universo LGBTQ. El tatuador y modelo brasileño Sam Porto fue el primer trans en desfilar en las pasarelas de su país. "Pensé que me empujarían a la línea femenina y me encajarían como un andrógeno. Siempre quise ser visto como trans", le explicó a la revista Glamour en los pasillos del evento de moda.
Sam, de 25 años, desfiló para Korshi y se animó a lucir las cicatrices de la cirugía de extracción de sus pechos. La editora en jefe de la plataforma brasileña Fashion Foward declaró: "Cuando ves que las principales marcas de moda destacan modelos trans, te das cuenta de que el tema de la diversidad realmente está comenzando a llegar a un público más amplio y a establecerse".
Por otro lado, hubieron más shows en San Pablo Fashion Week que llamaron la atención como el de los diseñadores afroamericanos: Isaac Silva y Ângela Brito. Ambos homenajearon sus orígenes africanos y cuestionaron el status quo en la pasarela.
Silva, que define a la moda como una forma de valorar su ascendencia con confianza y amor, presentó su colección que incluye solo prendas blancas y eligió modelos negros para desfilarlas. Angela Brito también basó su casting solo en personas afroamericanas y mostró su último trabajo inspirado en el blues de los años 30, 40 y 50, con una paleta de colores en tonos de amarillo, azul y verde.