El clásico botón cae en desgracia esta temporada y da paso a un nuevo código de vestimenta: camisas abiertas, sujetadores a la vista y estilismos que desafían la rigidez del vestir tradicional. Las pasarelas lo anunciaron y las redes sociales ya lo están confirmando.
La primavera-verano 2025 trae consigo una ola de frescura y audacia. Los botones, otrora esenciales, pasan a un segundo plano, y las camisas se reinventan bajo una premisa clara: menos estructura, más actitud.
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Después de varias temporadas donde los lazos y los corchetes ocuparon su lugar, ahora directamente se ignoran. El concepto ya no gira en torno a sustituir el cierre tradicional, sino a dejarlo de lado por completo.
Dos formas de lucir esta tendencia que arrasa
La camisa desabotonada se impone como un gesto de libertad y estilo que admite dos formas principales de uso, ambas con fuerte presencia en editoriales, TikTok y los perfiles más influyentes de Instagram:
- Con el último botón abrochado y metida por dentro del pantalón o la falda: una opción que combina sensualidad con elegancia. Al dejar la parte superior abierta, el escote se convierte en protagonista, mientras que el nudo inferior (gracias al último botón) aporta estructura y armonía visual. Perfecta para looks de oficina con actitud o para una salida nocturna sin exagerar.
- Con bikini o sujetador visible debajo: más atrevida y veraniega, esta versión se ha vuelto imprescindible en los festivales y escapadas a la costa. El sujetador, lejos de ocultarse, se convierte en parte del look. Ideal para climas cálidos, paseos informales o simplemente para sumar una capa más de estilo a un outfit pensado desde la autenticidad.
Un gesto rebelde con raíces en los años 90 y el Y2K
Aunque a simple vista pueda parecer una propuesta nueva, la camisa desabotonada tiene referentes claros en los años 90 y principios de los 2000, donde celebridades como Gwen Stefani, Britney Spears o las hermanas Olsen ya jugaban con estos códigos.

La diferencia radica en la sofisticación con que se reintegra esta vez: tejidos vaporosos, cortes minimalistas y paletas neutras o pastel definen una tendencia más cuidada y estilizada que sus versiones anteriores.
Lo que necesitas para sumarte a esta moda
¿Querés probar la tendencia pero no sabés por dónde empezar? Aquí algunos consejos clave para adoptarla con estilo propio:
- Elige camisas de telas ligeras: lino, gasa o algodón liviano permiten un mejor movimiento y caída natural.
- Apostá por colores sólidos o rayas finas: dan versatilidad y combinan bien con jeans, faldas midi o shorts de cintura alta.
- Cuidá lo que llevás debajo: tanto si optás por sujetadores de encaje, tops deportivos o bikinis, asegurate de que el conjunto tenga armonía visual. Lo que se ve importa.
- No todo es mostrar piel: también podés jugar con superposiciones, como camisetas debajo o chaquetas encima para sumar profundidad al look.
Esta tendencia no es casual. Desde la pandemia, las normas rígidas del vestir fueron perdiendo peso. Lo cómodo, lo auténtico y lo personal ganaron terreno. Y la camisa desabotonada es, en parte, un reflejo de esta filosofía: es ropa que no aprieta, que no oprime y que se usa desde el deseo, no la obligación.
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Además, la naturalidad manda. La idea no es que el look se vea perfecto, sino genuino. Un poco despeinado, un poco desordenado, pero completamente pensado.
La camisa desabotonada es mucho más que una tendencia de pasarela. Es una invitación a relajar las formas, reinterpretar los básicos y mostrarnos tal como somos, con estilo, comodidad y un toque de rebeldía.