Estrellas de moda, actores y personalidades del sector tecnológico se suman este jueves a los turistas en Venecia, donde el multimillonario Jeff Bezos, jefe de Amazon, celebrará su suntuosa boda con Lauren Sánchez, un evento que suscita curiosidad, pero también divide a la población local.

La megafiesta de Bezos y su futura esposa Lauren Sánchez empiezan el jueves y terminarán el sábado con una ceremonia en un lugar secreto por razones de seguridad.
Lee también: Siguen las protestas por el casamiento de Jeff Bezos: “Con el dinero de esta boda podríamos reconstruir Gaza”
La reina Rania de Jordania llegó hace unos minutos. Icono de estilo, deslumbró con un look total black minimal, informal y elegante a la vez: blusa con mangas fruncidas y pantalones anchos. Los combinó con un bolso de cuero tipo bucket a juego (abierto en la parte de arriba).

Según la prensa italiana, los novios intercambiarán el viernes alianzas y votos en la isla de San Giorgio Maggiore, frente al Arsenale, donde un gran baile se anunció para el sábado.
Mientras tanto, los invitados viajan de una isla a otra a bordo de las famosas lanchas venecianas, flanqueados por sus guardaespaldas. Le siguen otras embarcaciones alquiladas a precio de oro por medios de comunicación de todo el mundo.
Entre los cerca de 200 invitados figuran, según la prensa italiana, Leonardo DiCaprio, Elton John, Mick Jagger, Lady Gaga y Orlando Bloom.

Los fotógrafos también vieron a Ivanka Trump, la hija del presidente estadounidense, acompañada de su esposo Jared Kushner y sus hijos.

También a Kim Kardashian y otros miembros de su familia, al estilista estadounidense Spencer Antle, al inversor y exagente Michael Kives y a la presentadora estrella Oprah Winfrey.

En la laguna, los yates se elevan ahora como catedrales de carbono y sus picos en forma de antena parabólica se confunden con las agujas de las iglesias, las cúpulas de los palacios y las aves marinas.
Algunos celebran que el multimillonario haya elegido la zona para casarse. Pero otros denuncian la privatización de un frágil ecosistema lacustre, amenazado por un turismo excesivo y la subida del nivel del mar.

Christine Baker, una turista estadounidense de 51 años, lo considera “una exhibición excesiva de riqueza y codicia”. “Entiendo por qué la gente está disgustada”, declaró a AFP.
Adriana, sin embargo, ve las fiestas como un regalo caído del cielo. “Todos ganan, los taxis (barcos), los hoteles de lujo. Si no se benefician ellos, ¿quién lo hará?”, afirma esta veneciana de 83 años.
Seguinos en @estilotn y enterate de lo nuevo en moda y belleza