Nuria Bueno, una de las diseñadores favoritas de famosas como Karina Mazzoco, presentó en su atelier de alta costura en Belgrano una colección cápsula inspirada en Getaria, el pueblo natal del legendario diseñador español Cristóbal Balenciaga, uno de los grandes nombres de la historia de la moda.
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Gasa, organza, raso, sedas salvajes y shantung de seda natural son las texturas trabajadas por esta diseñadora, fanática de los viajes y la música. La colección que presentó, llamada Getaria, es un homenaje a la historia y la esencia del pueblo vasco que vio nacer a uno de los nombres más importantes de la moda del siglo XX.
“Me inspiré en la arquitectura, la cultura y la naturaleza de Getaria, un lugar especial, lleno de historia y belleza para crear una cápsula de diseños de haute couture que combinan líneas puras y el cuidado por el detalle. En este pueblo la impronta de Balenciaga ha dejado huella“, comentó la Nuria Bueno en su taller de costura que fue recorrido por los invitados al desfile, periodistas de moda y personalidades de la industria como Héctor Vidal Rivas y la estilista Mariana García Navarro, entre otros.
Off white, nude, rosados y negro son los colores fetiche de Nuria Bueno para este verano. “Los diseños están caracterizados por el uso de piezas superpuestas“, dice la creadora. “Hice un guiño a la técnica de corsetería interna que acunó Balenciaga, donde el género no toca el cuerpo, sino la estructura del corsete que da “aire” y soporte, además de detalles que recuerdan la rica tradición artesanal de la región vasca“.
Viajes, música y moda
Nuria Bueno nació en Buenos Aires y es la hermana de menor de una familia de 8 hermanos. Hija de padres vinculados al arte y al diseño, su destino de algún modo estaba trazado, dedicándose durante gran parte de su vida a su otra pasión, la música, convirtiéndose en concertista de piano y flauta. Latente en ella el amor por el diseño creó hace años una marca propia luego de formarse en la Carrera Diseño de indumentaria con especialización en moldería industrial.
Viajera incansable, desarrolló en Japón técnicas de origami y realizó capacitaciones en The Fashion Fit, México. Su última formación la hizo en el Museo Balenciaga en Getaria, el origen de su nueva cápsula de alta costura.
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