Anthony Vaccarello hizo retroceder el reloj a principios de los años 80 (con hombreras y todo) al invocar al fantasma del fundador de la marca, el mismísimo Yves Saint-Laurent.
Un batallón de modelos femeninas vestidas como el diseñador (gafas de sol, trajes cruzados, gabardinas) desfilaron con versiones oversize de sus clásicos cortes masculinos.
Bella Hadid, después de 2 años alejada del mundo de la moda, apareció discretamente hacia la segunda mitad de la colección con uno de los trajes cruzados característicos de la maison. Con chaqueta negra de lujo, pantalones de vestir a juego, camisa blanca abotonada y corbata. Look de maquillaje natural, cabello peinado hacia atrás y anteojos dignos de una profesora.
Según las notas del desfile publicadas por la marca, el look de Bella era un homenaje al mismísimo Monsieur Saint-Laurent. En concreto, “su manera de vestir, con trajes fluidos y chaquetas sobre blazers”.
Saint Laurent fue el hombre que cambió la moda femenina para siempre en 1966 al poner a las mujeres en sus sacos esmoquin negros para hombre, y Vaccarello parecía estar tratando de repetir el truco a través de un túnel del tiempo.
Para un diseñador siempre mostró la mayor cantidad de piel posible, con escotes y muchas transparencias, esta fue una colección decididamente recatada de abrigos largos, chaquetas de brocado de seda, faldas hasta el suelo, volados y puños aristocráticos.
Nuestras viejas amigas de los años 80, las cazadoras bomber de cuero y gamuza, también hicieron su aparición, todas con una serie de interesantes minifaldas con enaguas en contraste.
Todo visto de cerca por una primera fila enormemente glamorosa (y adornada con pieles) que incluía a Gwyneth Paltrow, Kate Moss, las estrellas del K-pop Rose de Blackpink y la cantante Cha Eun-woo, Lenny Kravitz, Charlotte Gainsbourg y Carla Bruni.
Saint_Laurent, una revolución en la moda
La Maison Saint-Laurent es uno de los gigantes de la Semana de la Moda. Fundada por el modisto homónimo, es un digno exponente del lujo francés, que se extiende a lo largo de generaciones. Yves Saint Laurent , el niño prodigio de la moda, se hizo un nombre a los 21 años, sustituyendo al fallecido Christian Dior , antes de fundar su propia casa de alta costura.
Revolucionó el guardarropas femenino, añadiendo delicados toques masculinos de sensualidad. La llegada del esmoquin y la chaqueta sahariana aportaron una modernidad andrógina muy estilizada. Ricas en viajes y otras inspiraciones extraídas de los cuatro puntos cardinales del planeta, las colecciones del gran diseñador francés rompieron códigos e introdujeron una nueva actitud de alta costura en la historia de la moda.
