En los años noventa, cuando las top models vestidas por Roberto Cavalli descendieron de la Scalinata di Trinità dei Monti en Roma para Donna sotto le stelle, el desfile de moda internacional más famoso del mundo, se vivía su momento más esperado.
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Los vestidos largos de Cavalli, siempre caracterizados por transparencias, aberturas vertiginosas y escotes generosos, eran piezas de seda estampadas con el animal print en su versión más innovadora, algo que fue su ADN.
Fantasías que él mismo pintaba sacando colores de grandes cubos, ensuciándose las manos con una risotada, para mostrar su arte a las personas que visitaban su sede histórica en Sesto Fiorentino.
Los recuerdos llegan de todas partes (de Giorgio Armani a Fausto Puglisi, que diseña su marca desde hace años) para el diseñador cuyo funeral se celebrará este lunes 15 de abril a las 11 horas en San Miniato a Monte. Cavalli tenía la pintura en su ADN, ya que su abuelo, Giuseppe Rossi, fue un famoso pintor Macchiaiolo. Así, su estilo glamoroso tiñó la moda internacional de los años noventa.
Cavalli y su sello en la moda
Roberto Cavalli fue un amante de la belleza en todos sus aspectos, desde las mujeres bellas hasta la vida lujosa, desde los grandes barcos (se había comprado un yate iridiscente que cambiaba de color con el sol, un yate de 41 metros, violeta o azul según cómo los rayos de sol se posaran sobre su casco) a las fiestas memorables que siguieron a sus exitosos desfiles, donde siempre estaban presentes las top models más exitosas.
Naomi Campbell fue una de sus top favorita, también fue elegida para abrir el desfile de la línea masculina que se celebró en el Ponte Vecchio de Florencia en 2006, donde la Venus Negra cautivó al público con un espléndido esmoquin blanco. Luego Cindy Crafword, Laetitia Casta, Afef Jnifen, Eva Hezigova. Valeria Mazza fue la gran musa argentina de Cavalli.
Roberto Cavalli fue influyente también en el mundo de la música, donde vistió desde las Spice Girls hasta Shakira, J. Lo y Christina Aguilera.
De Florencia al mundo
En 1972 abrió su primera boutique en Saint-Tropez. Pero mientras los otros diseñadores desfilaban en Milán, él decidió quedarse en Florencia, aislándose efectivamente.
Volvió a empezar presentando sus vaqueros desgastados y elásticos en Milán a finales de los años 80, haciéndose rápidamente famoso en todo el mundo con sus estampados selváticos.
En 1998 lanzó una línea joven, Just Cavalli, que también dio nombre a una cadena de bares, restaurantes y discotecas. Posteriormente, creó la Casa Roberto Cavalli, presentada en el Salone del Mobile en 2012.
Roberto Cavalli íntimo
En su vida privada, Roberto Cavalli ha tenido dos matrimonios y una convivencia en los últimos 15 años con la ex modelo Sandra Nilsson, nacida en 1985, lo que le convirtió en padre de su sexto y último hijo.
En su primer matrimonio se casó con Silvanella Giannoni. En 1980 se casó con su segunda esposa, Eva María Durner, subcampeona de Miss Universo en 1977, quien también se convirtió en su mano derecha en el trabajo.
Roberto Cavalli nació y creció en Florencia, una ciudad querida donde más tarde también abrió su primer bar restaurante. Su padre Giorgio había sido asesinado por la Wehrmacht en 1944, fusilado en el municipio de Cavriglia (Arezzo).
Un doloroso paréntesis que el estilista contaba a menudo con confianza, recordando que su último hijo, nacido hace un año, lleva en su memoria el nombre de su padre Giorgio. Cavalli se había retirado a la vida privada hace 15 años.
El director general de la empresa Cavalli (adquirida en noviembre de 2019 por el multimillonario dubaití Hussain Sajwani), Sergio Azzolari, lo recuerda así: “El legado de Roberto Cavalli seguirá vivo a través de su arte, su creatividad, su amor por la naturaleza y los animales y por su amada familia”.
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