Como muchas historias de talentos creativos, la de Joti Harriague (aunque se llama Josefina, su apodo la identifica), empezó de chiquita, entre las perchas y la ropa de la marca que tenía en ese entonces su mamá. “La moda siempre fue parte de mi vida y de mi esencia. Hoy por hoy todo gira en torno a eso”, afirma la diseñadora, que estudió en la UADE y hoy, a sus 33 años, viste a casi todas las famosas.
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De estudiante a la favorita de las famosas argentinas
Una de las claves del éxito de Joti Harriahgue, que acaba de abrir su local en Manantiales, Uruguay, fue la capacitación constante. Además de estudiar diseño de indumentaria y textil, hizo cursos de marketing digital y de moldería avanzada.
“Cuando empecé con el proyecto de mi marca yo hacía todo, desde el producto y las fotos hasta mi propia web. Todo, todo, todo”, recuerda. “Cada curso que iba haciendo lo aplicaba y me ayudó mucho a encarar una marca, cuando no tenía todo el presupuesto necesario”.
Pero el trabajo duro dio sus resultados y casi por casualidad, importantes figuras empezaron a acercarse a ella por sus característicos diseños, que combinan moda y arte de una forma elegante y llena de brillos. “Fue un proceso, arranqué vistiendo a influencers y se transformó en una cadena enorme. Hoy visto a las celebridades más importantes del país y muchas celebridades internacionales”.
Algunas de las fashionistas que la tienen entre sus diseñadoras favoritas son nada más ni nada menos que Pampita, Mery del Cerro o Emilia Attias. “Creo que es el resultado del foco en la creatividad, que funcionó desde un principio y que fue la clave para estar hoy donde estoy, y para captar también la atención de tantos clientes”.
Su mayor desafío, la búsqueda de lo nuevo y próximas aventuras
Aunque la diseñadora afirma que tuvo muchos desafíos durante su carrera, no duda acerca de cuál fue el más grande. “A fines de 2023 me llamaron para hacerle un vestido a Antonela Roccuzzo, para el casamiento de la hermana, y fue un gran salto”.
“La tuve que ir a atender personalmente a Rosario. Ella una divina. Siento que no puedo aspirar mucho más después de ella, porque es embajadora de las mejores marcas de lujo”, confiesa. Para la ocasión, le diseñó un vestido largo en color verde con aberturas cut out en los laterales del vientre.
Sin embargo, su impronta versátil y la innovación la llevan a expandirse cada vez más con su marca. “Intento proponer constantemente lo nuevo y mi público busca eso. Creo que mi marca tiene un esencia arriesgada y muy personal, y la gente se siente muy identificada”.
Y agrega: “Obviamente me gusta mirar tendencias de marcas internacionales y siempre estoy muy en contacto con lo que se viene, porque me encanta ser pionera en Argentina con eso”.
¿Uno de los últimos hitos? “La llegada a Manantiales fue un éxito, las expectativas eran estándar como todo negocio nuevo, pero superó mis expectativas, de hecho explotó, así que muy contenta con eso y con seguir creciendo”, afirma.
Con entusiasmo, cierra: “Con respecto a lo que se viene, hay propuestas en puerta, así que probablemente pronto podamos desembarcar en otro país”.
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