Ella es modelo, madre de cuatro hijos y esposa de uno de los polistas más reconocidos. Juntos recorren el mundo, allá donde el circuito del polo los lleva, codeándose con celebrities en algunos de los eventos más exclusivos.
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Fueron de los pocos afortunados en recibir una invitación a la boda real del heredero menor de Lady Di y la ahora duquesa de Sussex, Meghan Markle. Su último encuentro con el royal tuvo lugar en la capital italiana, donde pudieron trabajar por una buena causa, mientras compartían su pasión: el polo.
Delfina, siempre incondicional, posó con ambos, y una vez más, demostró ese aura de sofisticación que la caracteriza, y la convirtió en un verdadero ícono de estilo. La pregunta es, en qué radica la clave de su éxito. No se basa únicamente en un seguimiento estricto de las últimas tendencias. No es lo que usa, sino cómo lo usa.
La mujer de Figueras ha adquirido la habilidad de manejar con simpleza, soltura y personalidad los códigos de etiqueta, en parte gracias a su asistencia casi perfecta a los eventos más estilosos del mundo. Lo que parecería un estilo innato la llevó a dominar con maestría el carácter sencillo de la moda como pocas lo hacen.
Su frase de cabecera “menos es más” se traslada a sus elecciones de vestuario que nunca dejan de impresionar. Vestidos camiseros, botas texanas y camisas oversize son algunas de las prendas que la influencer luce con frecuencia, adaptando sus looks según cada destino. “La moda va y viene, el estilo es lo que te hace diferente”, expresó la modelo, dueña de un estilismo y carisma únicos e intransferibles, cuya presencia en el mundo de la moda es cada vez más imponente.
