Drew Barrymore demostró que ni la cuarentena obligatoria constituye un obstáculo significativo en su cometido fitness. A sus 45 años y con dos hijos, la ex Ángel de Charlie logró bajar 11 kilos en menos de tres meses, tras iniciar un arduo plan de entrenamiento y cambiar sus hábitos alimenticios.
Con la guía y ayuda de la profesional Marnie Alton, la actriz consiguió mejores resultados estéticos que nunca y en un tiempo record. “Trabaja muy duro”, declaró su entrenadora. “Me dejó boquiabierta porque tiene un espíritu y una energía que no me esperaba”. Si bien es de público conocimiento que su genética le juega en contra a la hora de perder peso, remarca que el esfuerzo y la constancia deportiva son las razones principales detrás de su reciente transformación.
Alton es la fundadora del “Método M/Body”, que combina en un mismo entrenamiento el yoga, la danza y ejercicios con barra. Esto se ilustra claramente en los posteos de Instagram de Drew, donde raramente la vemos usando zapatillas. “Básicamente trabajamos descalzas y eso se debe a que el pie es el comienzo de lo que se llama la cadena cinética de tu cuerpo”, explica su entrenadora.
Una de las partes más fundamentales de su rutina está dirigida a los ejercicios de fuerza. “Ni siquiera necesitás pesas o máquinas para hacerlos. Necesitás movimientos de peso corporal con una secuencia adecuada, como la calistenia, y necesitás conectarte mentalmente con ellos”, asegura Alton.
En los últimos minutos del entrenamiento, cuando sus músculos ya están más activos, dedica espacio a los ejercicios abdominales. “A Drew le encanta todo lo relacionado con el core, en todas sus variantes, así que nos enfocamos mucho en ellos”.
¿Su gran secreto? Ejercitarse al ritmo de la música. Su entrenadora reveló que sus listas de reproducción tienen ciertos BPM (beats per minute, es decir, la velocidad de una canción), que hacen de motivadores indispensables.