Linda Evangelista impactó al mundo de la moda apenas irrumpió como una de sus máximas figuras: durante la década del 90, la canadiense pasó a integrar un selecto grupo de supermodelos que brillaban en las pasarelas, tapas de revistas y campañas para las marcas top. De hecho, apareció en videos musicales con George Michael y parecía que no tenía techo, hasta que decidió alejarse por completo de los flashes.
La oriunda de Ontario, que nació el 10 de mayo de 1965, supo ser la cara visible de la agencia Elite, a la que perteneció durante un tiempo prolongado. Ya en 2010, se convirtió en la vocera oficial de la firma cosmética L’Oreal, pero apenas seis años después la farándula le perdió el rastro. Tras una ardua investigación por parte de los medios especializados en espectáculos, se develó la incógnita.
La norteamericana, inmortalizada por su famosa frase “no me levanto de la cama por menos de 10.000 dólares”, se sometió a al menos siete sesiones de un procedimiento estético con el objetivo de reducir algunas zonas de su cuerpo. La intervención, que había sido catalogada como “muy segura” por aquellos que la promocionaban, implicaba arreglos en la papada, los muslos y alrededor del busto.
Linda Evangelista y la cirugía que la dejó al borde de la depresión
El método en cuestión consistía en utilizar un aparato de vanguardia que aseguraba congelar la grasa corporal mediante la criogenia, sin inconvenientes posteriores para el organismo. De todas formas, apenas tres meses después la estrella empezó a notar que la aparición de una serie de cúmulos más bien rígidos en la zona, acompañados de una sensación de entumecimiento incómoda.
Luego, le recomendaron realizar otras dos cirugías correctivas que no tuvieron el efecto deseado. Por ello, la preocupación empezó a crecer a medida que los propios profesionales no podían ayudarla. Ante ese escenario, priorizó el ejercicio físico y la dieta estricta, que si bien mejoraron su calidad de vida desde aspectos diferentes, estuvieron lejos de resolver el problema.
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“Sinceramente, pensé que estaba perdiendo la cabeza. No podía ponerme un vestido sin usar una faja, porque cualquier roce podía provocar un sangrado”, explicó en una entrevista Evangelista, quien salió a la luz gracias a su participación en el concurso de belleza juvenil Miss Niágara 1978. Tuvo la valentía de publicar un posteo en Instagram contando su situación, pero advirtiendo que tenía intenciones de retirarse de la profesión.
El cáncer de mama que la ayudó a reflexionar
El resto de las súper modelos -a las que pertenece, por ejemplo, la argentina Valeria Mazza- seguían vigentes mientras Linda atravesaba una profunda depresión. La también ex pareja del ex piloto de Fórmula 1 Paolo Barilla tuvo que afrontar un duro diagnóstico en 2018: en el marco de una mamografía anual, le detectaron un tumor maligno que debía ser extirpado de inmediato.
Si bien siguió todos los pasos sugeridos por los expertos, la enfermedad volvió a acecharla en 2022 y optó por una determinación definitiva: “Quería dejar todo esto atrás y supe que el cáncer de mama no iba a matarme. Decidí hacerme una mastectomía bilateral”.
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Ya con 60 años, la canadiense pisó las escaleras del Museo Metropolitan para la Met Gala y destacó que está disfrutando de la crianza de su hijo Augie, fruto de su relación con el multimillonario François-Henri Pinault: “Volví a terapia y ahora soy la madre más divertida que existe. Voy a continuar compartiendo mi experiencia para sacarme la vergüenza, aprender a quererme de nuevo y ayudar a quienes estén en ese lugar”.
