Siguiendo las tendencias en color anunciadas por el estilista Max Jara durante los primeros meses del año, donde el mocha mousse tenía un papel protagónico, ahora Camila Mayan, se animó a su asesoría y renovó su look.
Para el primer trabajo que realizaron usaron la técnica Easy Chic Hair con la que dejaron atrás los tonos rojo y bordó, que estuvieron en auge durante el año pasado y que la influencer llevó durante unos meses. “Hay que darle lugar a la melena en tonos chocolate y caramelo, aportando una iluminación natural, lograda gracias a la técnica Inverse”, comentó Max Jara.

“Un cambio de look fresco y radiante, de alto impacto que dará que hablar. Una referencia más para quienes desean un cambio de look y para que los profesionales de la peluquería le propongan a sus clientas” comentó Jara, el estilista tucumano que se convirtió en uno de los favoritos de las celebridades.

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Esta fue la propuesta de Max para Camila Mayan, la que se usará durante esta temporada otoño/invierno y en estos tonos que se compaginan muy bien con su perfil, tal como afirmó su estilista.

Camila Mayan reiventó el little black dress
Hace algunos días, la influencer compartió en sus redes sociales la apuesta de moda que usó para celebrar sus 27 años. Es que reinventó el clásico little black dress y se la jugó por un modelo muy llamativo.

El modelo fue un minivestido negro strapless de silueta ajustada, que resalta su figura y aporta un aire elegante, moderno y sofisticado. El diseño tiene pequeñas tablas en el ruedo que suman movimiento y volumen. Sin escotes pronunciados ni brillos, la it girl eligió la simpleza y el minimalismo para demostrar que menos es más.
Elevó la apuesta de moda con unas pantys negras translúcidas y sumó zapatos negros de charol con taco aguja y pulsera al tobillo.

En cuanto a los accesorios, la influencer mantuvo la línea minimalista y apostó por detalles sutiles, pero efectivos: una cadenita plateada con dije pequeño en forma de corazón y una pulsera a tono, que complementan el outfit sin robar protagonismo. Las uñas, esmaltadas en un rojo clásico, aportan un toque de color y un guiño a la femineidad de siempre.
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